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ESA BRILLANTE DEBILIDAD

JULIETA MARTINEZ, diseñadora de joyas, de San Martín de los Andes

Desde muy chica me incliné siempre por cuestiones referidas a las artes,a la expresión. Mis primeras experiencias fueron en la Escuela de Estética de La Plata en la época de la primaria, donde aprendíamos un poco de cada cosa, desde el dibujo y la pintura hasta las letras, expresión corporal, teatro... Después siempre me mantuve ligada a todo lo que tuviese que ver con la expresión y el movimiento. Empecé la Facultad de Bellas Artes -también en La Plata- y me orienté para el lado de la escultura, donde encontré el vehículo perfecto para expresarme y ser yo misma”.
En esa época , ya con 20 años, Julieta Martínez viajó a New York, París, Madrid, Barcelona, Londres, Milán y Roma y eso fue todo un hito en su vida creativa. Todo lo que vio en las galerías de arte -Dalí, Gaudí, Picasso, Miró, entre tantos genios- la revolucionaron profundamente y le despertaron aún más la necesidad de expresarse
Paralelo a esta experiencia el amor por la orfebrería y las joyas desde pequeña la llevó a incursionar de a poco en ese mundo sin límites.
Cuenta que por esa época tuvo un maestro que le enseñó el arte de los metales y las técnicas y que también la llevó al mundo increíble de las piedras y los cristales. “Fue clave en mi vida su enseñanza, un ser lleno de talento que sigue enseñándome desde algún otro plano, desde alguna estrella”.
• “El diseño de joyas va ligado al entusiasmo y la atracción por las piedras; desde siempre fueron mi debilidad; por un lado encontré la forma de llevarlas conmigo en joyas personales y por otro mi relación y mi amor por la escultura me llevaron a volcar el volumen, el movimiento a piezas también de joyería, -es decir, a llevar pequeñas esculturas en uno mismo-”.
Su material preferido es sin duda la plata; le encanta su color y su textura. “El color de la plata, cómo es el proceso de trabajo y la pieza terminada lena mis sentidos: reúne todas las expectativas, los deseos. Me gusta mucho trabajar con alambre en lo que respecta a figura humana. Mis llamadas “nenas”, hechas en alambre, son el reflejo exacto de mis movimientos, mis danzas internas. Y por otro lado las piedras también ocupan un lugar gigante entre las cosas que utilizo para crear”, sugiere Julieta a “eH!”, mientras nos muestra su elegante local en pleno centro de San Martín de los Andes, donde su hijito se pasea entre tantas creaciones sofisticadas que allí se exhiben.
• “¿Mi proceso creativo? Si es una pieza con piedra, la piedra misma es la que me inspira, y la que me dice dónde quiere estar: si en un anillo, un colgante, unos pendientes, un brazalete; ella ya lo sabe y me lo va transmitiendo. Como yo digo siempre, ‘cada joya desde que comienza su creación ya tiene un dueño, sólo él es quien tiene que saber encontrarla. Por supuesto que en el proceso de creación tiene que haber un clima, buena música en el ambiente, buena energía: por eso tengo mi taller en mi
tienda, ya que estos ventanales gigantes y la arboleda de parques y el cielo son factores que no pueden faltar en el proceso. Para mi es muy importante el espacio que cuento para crear y fluir”.
Todas las piezas que están en su tienda son hechas íntegramente a mano y con sus manos: “todas ellas son preferidas e importantes porque llevan parte de mi alma porque tienen movimiento, porque no hay dos iguales en el mundo. Cada una tiene dedicación, luz y sonidos. Particularmente la mayoría las realizo con piedras porque las piedras -a mi modo de sentir- tienen mucho para enseñarnos y nos ayudan también energéticamente. La combinación entre la plata y las piedras me parece perfecta, y quizás en poco tiempo haga una serie de piezas en oro blanco para ver cómo funciona, pero no alterar lo que
transmite el color plateado, luz, estrellas...”. (H. L)

Desde hace cinco años, esta platense seduce con sus originales creaciones en plata y piedra. Un lujo conocerla, tan intenso como portar una obra de orfebrería suya en el cuerpo.



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