Al Capone simplemente se niega a ser olvidado, aunque el gobierno municipal de Chicago rechaza toda asociación con el hampón de la cara cortada, cuyas acciones durante la época de la prohibición lo convirtieron en una figura indeleble en la historia de la urbe. “No estamos interesados en nada que glorifique la violencia”, explicó Dorothy Coyle, directora de la oficina de turismo de la ciudad. Pero, a 60 años de su muerte, no se ha podido borrar su recuerdo y visitantes de todo el mundo traen una curiosidad insaciable. La gente conduce ante su casa, deja flores, monedas y cigarros en su tumba y toma fotografías de lugares relacionados con él, aunque ya no existen los hoteles desde donde manejaba su imperio criminal ni la cochera donde sus secuaces perpetraron la Matanza de San Valentín. “Esa época, los pandilleros, los tiroteos... me fascina”, dijo Nancy Spranger, de Fenton, Michigan, antes de abordar un autobús de la empresa Untouchable Tours decorado con falsos orificios de bala para visitar lugares relacionados con el pasado criminal en la ciudad. La mayor parte de la historia sobre el famoso hampón es dejada a la imaginación, porque las autoridades de Chicago casi no han buscado preservar ni promover los lugares relacionados con él. Incluso, en la década de 1980, impidieron que la casa de Capone en el barrio de South Side fuera declarada monumento histórico. Jonathan Fine, presidente del grupo para proteger edificios históricos Preservation Chicago, comprende las razones por las que las autoridades de la ciudad no quieren recordatorio alguno sobre Capone, pero indica que con cada demolición de esos lugares pierde parte de su pasado. “Destruir la historia es el más vergonzoso legado de todos. Uno no puede borrarla, así que sería mejor reconocerla’’, dijo Fine. Laurence Bergreen encontró que las autoridades de Chicago no estaban dispuestas a cooperar cuando realizaba investigaciones para su libro “Capone: the man and the era’’, de 1994. “Me rechazaron y dijeron, ‘¿por qué mejor no escribe sobre la sinfónica, la arquitectura, el alcalde Daley?’”, dijo. John Binder, autor del libro “The Chicago Outfit”, tiene una teoría de lo que ocurre: que la influencia que tiene el hampa incluso en la actualidad ha hecho que la ciudad se oponga a todo lo que tenga que ver con las mafias. “No es que quieran que te olvides del pasado, quieren que te olvides del presente”, dijo unos días antes de que un subjefe de la policía judicial fuera detenido bajo cargos de haber proporcionado al hampa los datos de un informante. Independientemente de todo, queda claro que la gente está muy interesada en el pasado criminal de la ciudad. Capone es el tema más buscado por internet en el sitio del Museo de Historia de Chicago, con 50.000 visitas este mes, cinco veces más que el Gran Incendio de Chicago; “es el tema más visitado en nuestro sitio’’, dijo el curador del museo, John Russick. El dueño de Untouchable Tours, Don Fielding, dijo que ha podido permanecer en el negocio más de 18 años, incluso más que el propio Capone, porque “a la gente le gusta cuando alguien se sale con la suya’’.
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