>
Un no a la descartelización
La propuesta de Europa no tuvo eco en Estados Unidos. Los norteamericanos van hacia una liberalización. El país tiene más de 3.000 proveedores de electricidad.

Las propuestas de la Comisión de la Unión Europea (UE) para la descartelización de los gigantes energéticos en Europa no provocaron grandes reacciones en Estados Unidos. Los norteamericanos experimentan desde hace muchos años una gradual liberalización del sector energético, para asegurar a los usuarios más posibilidades de elección y precios lo más bajos posibles. Los resultados han sido mixtos.

Por razones históricas, en Estados Unidos el rubro eléctrico está mucho más dividido que en Europa, porque los proveedores energéticos hasta hace no mucho tiempo estaban limitados a sus estados federales respectivos o territorios aún más pequeños.

Según la entidad de informaciones de energía norteamericana, en Estados Unidos hay 3.170 proveedores de electricidad. De ellos, 239 son sociedades anónimas y menos de 3.000 son generadores eléctricos comunales y cooperativos.

A esto se agregan diez proveedores gigantes de propiedad estatal, como TVA.

Las autoridades de supervisión estatales mandan en sus territorios, mientras Washington tiene funciones de supervisión y competencia suprarregionales. El papel principal corresponde a 239 empresas privadas de suministro eléctrico, que se llevan el 75% de la facturación y controlan tres cuartas partes de la provisión eléctrica y de las redes. Tienen el monopolio del servicio en sus áreas y deben vender electricidad a todos los clientes.

Estas firmas están obligadas a vender energía a precios razonables. La mayoría de estas compañías produce electricidad por sí misma, la transporta por sus propias redes y entrega a los consumidores finales. Muchas empresas de suministro energético también venden gas.

La mayoría de las firmas estadounidenses de suministro son mucho más pequeñas que los gigantes energéticos europeos, aunque Washington también permitió el surgimiento de los así llamados EWG (Exempt Wholesale Generators). Las normas que limitaban la propiedad de las centrales eléctricas fueron eliminadas. Gradualmente se está desarrollando un mercado eléctrico mayorista y suprarregional. Los generadores de electricidad pueden exigir de las autoridades competentes disposiciones para que otra empresa eléctrica permita la transmisión de electricidad por su red. Esto permite a los generadores enviar electricidad para la venta a lugares que no corresponden específicamente a su territorio o al de la central energética.

En algunos estados, como California, los usuarios pueden elegir a quién le compran la electricidad. Debido al exceso de capacidad y el sobreendeudamiento, hace algunos años hubo varias quiebras y ventas forzadas de centrales eléctricas. Bancos y fondos de libre inversión o alto riesgo (hedge funds) adquirieron varias centrales eléctricas a precios mínimos. Sin embargo, debido a los mayores precios de la electricidad y una mejor coyuntura, ahora las firmas de inversión no sólo pretenden comprar más centrales eléctricas sino también las propias firmas de suministro. Se calcula el valor total de las transacciones en el sector eléctrico norteamericano en el 2006 en 86.300 millones de dólares.

Washington estima que Estados Unidos necesita, hasta el 2025, centenares de nuevas centrales eléctricas para satisfacer la creciente demanda energética. La envejecida y vulnerable red eléctrica estadounidense de 300.000 kilómetros de extensión también requiere gigantescas inversiones de modernización y ampliación. Sin embargo, la quiebra del gigante energético Enron y la manipulación de los precios eléctricos, que hace algunos años costaron miles de millones de dólares a los usuarios energéticos de California, también demuestran que el mercado eléctrico estadounidense no está libre de manipulaciones y estafas.

 



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí