En Venezuela están acostumbrados a los combustibles subsidiados. Llenar el tanque de un auto cuesta más barato que el agua envasada.

El presidente Hugo Chávez prosiguió con su ola de anuncios sorpresivos desde el inicio de su nuevo mandato, con impuestos a bancos y bienes suntuarios y un aumento del precio de la gasolina, tema tabú en Venezuela.

Chávez volvió a utilizar su programa de radio y televisión para revelar sus planes, cuando en su primera edición de este año anunció: "En ocho años no hemos tocado el precio de la gasolina", que se vende a cuatro centavos de dólar por litro.

"En verdad, es una grosería venderla a ese precio; mejor sería regalarla", dijo el mandatario, sin ofrecer detalles del aumento anunciado.

Acostumbrados a disfrutar del combustible subsidiado, los venezolanos aún recuerdan que el aumento de la gasolina detonó el llamado "Caracazo", una semana de protestas y saqueos cuya represión dejó centenares de muertos.

En 1989, el aumento del 50% a la gasolina era parte de un paquete económico del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, cuando el veterano dirigente volvió a la presidencia del país.

Roberto Henríquez, líder opositor socialcristiano, dijo que el aumento "es un golpe al estómago de los venezolanos más pobres, de los que más necesitan, de los que más angustia pasan", con la paradoja de que se anuncia en un momento en que los precios del crudo están bajando.

Leopoldo Puchi, del también opositor Movimiento al Socialismo (MAS), dijo que los venezolanos "no fueron consultados y (el aumento de los combustibles) no fue incluido en un plan económico integral".

Chávez intentó aliviar los temores de una disparada de los precios en general y pidió al mi

nistro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, una propuesta "que no afecte el precio de los alimentos ni la inflación", además de la elaboración de una ley de impuestos a la propiedad suntuaria y a la ganancia del sector financiero: "El impuesto a los bancos es 'chiquitico'", dijo en la oportunidad.

El presidente de la cúpula empresarial Fedecámaras, José Luis Betancourt, consideró que el aumento del precio de la gasolina debió haberse hecho hace muchos años y que es "bastante complejo para el Estado" lograr que ese aumento sólo impacte en los sectores de altos ingresos.

Betancourt añadió que el anuncio de la nueva política fiscal es "muy generalizado y no sabemos cómo se va a aplicar". "Nos preocupa que se esté anunciando a través de mecanismos de alocuciones (televisivas) que no introducen la posibilidad de que los sectores laboral y empresarial puedan hacer aportes", puntualizó.

El anuncio se sumó a las próximas nacionalizaciones en la industria petrolera, telefónica y eléctrica, a la no renovación de la concesión del canal privado RCTV y a las reformas a la Constitución que incluyen la reelección indefinida y el fin de la autonomía del Banco Central.

Mediante esas medidas, Chávez pretende acelerar el establecimiento del denominado "socialismo del siglo XXI" y "acabar con el Estado burgués", según dijo.

En Venezuela, que es el quinto productor mundial de petróleo, un tanque de gasolina de más de 70 litros se llena con unos 2,50 dólares.De todos modos, esa misma cantidad de agua potable envasada cuesta en el país unos 6,5 dólares.

Chávez ordenó además al ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón, reestatizar de inmediato, antes de dos meses, la empresa telefónica Cantv, que había sido privatizada durante 1991.