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Los cuidados del conejo

 

Si bien los conejos no son roedores, tienden por curiosidad a roer gran parte de las cosas que estén a su alcance. ¿Qué hacemos entonces? ¿Nos deshacemos del conejo? ¿Lo encerramos en una jaula las 24 horas del día, los 365 días del año? Ninguna de estas es la solución. Como bien dijimos antes, el conejo estará delimitado mayormente a una zona de la casa, por ende no toda la casa correrá riesgo de que éste haga alguna de las suyas.

Igualmente, se pueden comprar rociadores que se venden en las veterinarias y se aplican en las zonas donde no queremos que el conejo tenga acceso.

Existen diferentes estilos de alojamiento que varían desde jaulas de alambre hasta casillas de madera. El tamaño de las jaulas o casillas dependerá del tamaño del animal. Se recomienda usar las de buena calidad. Pueden ser ubicadas en el exterior, pues se adaptan muy bien a las bajas temperaturas, incluso bajo cero. Los conejos siempre necesitarán buena ventilación, estén al exterior o en el interior. En los meses de verano mantener el alojamiento a la sombra ya que no tolera bien el calor. En invierno se puede colocar un plástico alrededor de la jaula, dejando espacio en la base para ventilación, resguardando el interior de humedad y del viento.

Una vez adquirida nuestra nueva mascota, lo primero que debemos hacer es introducirla a su nueva jaula. Durante las primeras horas hay que dejar al animal tranquilo, sin que nadie lo toque; él mismo probablemente se acurrucará en una esquina de la misma, para luego, al ir ganando confianza, comenzar a explorar su nueva casa.

Los días subsiguientes, especialmente las primeras semanas hay que dejar que el animal, explore su nuevo hogar con absoluta libertad. Durante esta semana particularmente, observarán que con facilidad el conejo se asusta cuando alguien se le acerca, escondiéndose en algún rincón de la jaula.

Cuando esto suceda, la forma de aproximarse a la misma será hablándole de forma continua con voz pausada para que vaya reconociendo a los integrantes de la familia. Es muy importante que durante éste período principalmente no se exponga al animalito a fuertes ruidos de manera que no se asuste.

Luego de un tiempo observarán que al acercarse al animal no se esconderá más, lo cual indica que ya se ha adaptado a su nuevo hábitat y ustedes notarán que no sólo no se esconde, sino que en cambio mostrará interés por las personas que lo rodean, acercándose y buscando caricias, mimos, etc.

 

 



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