Con el nuevo año, han llegado al valle nuevas opciones para salir a disfrutar las cálidas noches de verano. Una de ellas es Ozono Resto Bar de Roca.
Con una capacidad para 80 personas, este local propone una noche de encuentros con música de los ’80 en un lugar cómodo, agradable y tranquilo.
Sus propietarios, Gustavo Molina y Nicolás Petrini, son dos jóvenes roquenses que realizaron este proyecto ‘a pulmón’. Ellos también fueron los creadores de la ambientación aunque con la ayuda del artista plástico Angel Tocce. “Hicimos un lugar como el que queríamos ir nosotros y no encontrábamos”, se sincera Nicolás.
Los muebles fueron diseñados por los propietarios y pedidos a una fábrica de Buenos Aires excepto los sillones y las mesas ratonas que fueron hechos por el roquense Ariel Sula, también en base a diseño de Gustavo y Nicolás.
Las barras, originales por su relieve, fueron hechas por Tocce artesanalmente utilizando como materiales cemento alisado que tonalizó con sulfato de bronce. Ahora ofrecen comidas rápidas y está previsto que en las próximas semanas se unan al menú las creaciones de una chef local.