Nadie más que Boca necesitaba volver a jugar. Nadie más que el hincha de Boca necesitaba hablar de otra cosa que no esté relacionado a aquel fatídico 13 de diciembre, cuando perdió ante Estudiantes su tercer partido seguido y resignó, en ese desempate, el título del torneo Apertura. Aunque sea con un partido de pretemporada, aunque sea con una formación de suplentes.

La debacle del "diciembre negro" derivó en la caída de Ricardo La Volpe y así fue que Miguel Russo llegó a La Boca, renovando las expectativas para este semestre en que el cuadro xeneize afrontará, paralelamente, la Libertadores y el Clausura.

A pesar de que la mayoría de los titulares se quedaron en Tandil, hay detalles de interés: el retorno al fútbol argentino y a Boca de Clemente Rodríguez, luego de su paso por Rusia, y la vuelta de Battaglia, recuperado de la tendinitis que lo mantuvo marginado durante mucho tiempo. Por otra parte, el juvenil santafesino Forlín, habitualmente central, hará su debut como lateral, en la delantera se producirá la reaparición de Mondaini, que integró fugazmente el equipo superior antes de pasar al Emelec de Ecuador (gran campaña y se ganó el regreso) y Franzoia, a quien La Volpe utilizó como punta, actuará como enganche, dando forma al esquema preferido por Russo.