Fue un retruécano, para explicar que su pintura partía de una abstracción, que era lo general. Desde esa abstracción iba hacia el objeto. Consideraba que "el lado arquitectónico de la pintura es la matemática, es su lado abstracto; y deseo humanizarlo...".

Sobre el cubismo, dijo que "no era sino un modo nuevo de representación del mundo. Precisamente y en esto plantea la discusión por reacción contra los elementos fugitivos empleados por los impresionistas en su representación, se tuvo el anhelo de buscar, en los objetos a representar, elementos menos inestables. Y se eligió esa categoría de elementos que permanecen en el espíritu mediante el conocimiento y que no se modifican en todas las horas. A la iluminación momentánea de los objetos, se sustituyó, por ejemplo, lo que se estimaba era su color local".

"A la apariencia visual de una forma se sustituyó lo que se creía era la cualidad misma de esa forma". Además, explicó que "no siendo un procedimiento sino una estética y hasta un estado de espíritu, el cubismo deberá tener forzosamente una correlación con todas las manifestaciones del pensamiento contemporáneo. Puede inventarse aisladamente una técnica, un procedimiento, pero no se inventa en todas sus partes un estado de espíritu". (G.B.)