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Brasil sigue batiendo records

Impulsadas por la demanda china, la recuperación de Argentina y la apertura de nuevos mercados, las exportaciones brasileñas batieron en el 2006 su séptimo record consecutivo y totalizaron 137.471 millones de dólares, registrando un alza del 16,2% respecto del 2005.

Las importaciones, alentadas por la fortaleza del real frente al dólar, también cerraron con una marca histórica, de 91.394 millones de dólares (+24,2%).

El superávit del 2006 fue de 46.077 millones de dólares, frente a 44.709 millones de dólares del año anterior.

Para el 2007, el gobierno prevé otro salto de las exportaciones, a 152.000 millones de dólares, indicó el subsecretario de Comercio Exterior, Ivan Ramalho.

Las importaciones deberían progresar a un ritmo mayor, empujadas por reducciones de aranceles que deben ser anunciadas este mes, en un plan de reactivación económica, dijo el funcionario, sin dar números.

El mercado, por su lado, prevé que este año Brasil tendrá un superávit comercial de 38.000 millones de dólares.

En el primer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2006), las exportaciones tuvieron un crecimiento del 128% respecto de los 60.362 millones facturados en el 2002 y arrojaron constantes superávit.

El excedente acumulado en estos cuatro años alcanzó 149.219 millones de dólares y "contribuyó a la mejora de las cuentas externas brasileñas y a la estabilidad de la economía", dijo Ramalho.

Lula, un ex líder sindical de izquierda, considera esas cifras como prueba del éxito de su política de prospección de nuevos mercados con vistas a la creación de una "nueva geografía comercial", basada en el fortalecimiento de los lazos Sur-Sur.

Los intercambios de Brasil con Estados Unidos y la Unión Europea crecieron en términos absolutos, pero se redujeron en términos relativos: en el 2002 representaban un 50% del total (tanto exportaciones como importaciones) y en el 2006, apenas un 40,4% de las exportaciones y un 38,5% de las importaciones.

Al mismo tiempo, en ese período aumentaron un 215% las ventas a Africa (7.441 millones de dólares en el 2006) y se triplicaron las destinadas a la Comunidad Andina (7.867 millones de dólares hasta noviembre).

Pero la gran novedad de la evolución del comercio exterior de Brasil hay que buscarla en la emergencia de China como gran mercado consumidor del planeta, señalan analistas.

Las exportaciones de Brasil a China en el 2006 totalizaron 8.399 millones de dólares, con un alza del 22% respecto del 2005 y del 233% en comparación con el 2002. China se convirtió en el tercer cliente de Brasil, detrás de Estados Unidos y Argentina. En el 2000, sus compras representaban apenas un 1,97% de la facturación del país sudamericano; esa cifra llegó al 6,1% en el 2006. La lista está dominada por productos primarios, como la soja

(31% del total) y el hierro no aglomerado (25%), aunque también hay aviones y otros bienes industriales.

En estos años, el país sudamericano no tuvo grandes variaciones de su pauta exportadora. En el 2006, su facturación total se dividió en un 29,29% de productos básicos, un 14,2% de semimanufacturados y un 54,33% de manufacturados.

Otra clave del auge exportador es la recuperación de Argentina, golpeada a fines del 2001 por una grave crisis política y financiera.

Brasil obtiene desde el 2004 excedentes en el comercio con su vecino, después de nueve años consecutivos de déficit. Las ventas a Argentina totalizaron 11.714 millones de dólares en el 2006, registrando un alza del 18,14% respecto del año anterior y de 400% en comparación con el 2002. El superávit de Brasil con su socio del Mercosur fue el año pasado de 3.657 millones de dólares, similar al del 2005 (3.674 millones de dólares).

Edgar Pereira, economista jefe del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (IEDI, privado), ve en la evolución de los intercambios brasileños dos tendencias "preocupantes". Una está relacionada con el aumento de las importaciones de productos semimanufacturados y de consumo con contenido tecnológico, principalmente de China, que compiten con ventaja frente a la industria local. Pereira atribuye esa competencia a la valorización del real (la cotización promedio del dólar cayó de 3,07 reales en el 2003 a 2,18 reales en el 2006), pero sobre todo a las altas tasas de interés aplicadas por el Banco Central para controlar la inflación, que desestimulan la producción nacional.

El otro factor de preocupación procede del estancamiento de las negociaciones comerciales de Brasil y del Mercosur con el resto del mundo. "No podemos ilusionarnos con una coyuntura favorable del mercado internacional. Esta fase de expansión debe aprovecharse para preparar la economía para momentos difíciles, que con seguridad vendrán", dijo Pereira.

China y la Argentina explican buena parte del alza que experimentó el intercambio comercial brasileño.

Hay preocupación por el estancamiento en las relaciones de Brasil y el Mercosur con el mundo.



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