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SOSIEGO | ||
n quincho suele ser construido para disfrutar de comidas y tardes con amigos. Como un lugar destinado a los afectos, donde los fines de semana, por lo general, el ritual del asado se renueva. Pero cuando se lo crea pensado como una casa, este lugar puede dimensionarse de un modo formidable y distinto para una familia y sus amistades. Este es el caso de este diseño que lleva la firma de Isabel Coelho, en las afueras de Roca, donde la parrilla, el parque y la pileta con deck funcionan como el corazón del quincho. Tiene un sector público interior -donde está la parrilla, la cocina-comedor y un estar con sillones y televisión- y otro exterior, con una galería a cielo abierto, donde también hay sillones, puf y sillas con una mesa rústica que dan de cara a la gran pileta con reposeras. La vista, aquí, es fresca y natural. El sector privado cuenta con un baño y dos dormitorios. Como se ve, este espacio bien podría ser un departamento ideal para una pareja. "Logré un quincho sereno, cálido y bien alegre. Con muchas posibilidades funcionales", relata Isabel a "eH!". Primero, con tiempo y planificación; después con pasión y paciencia y, por último, con buen ojo para imaginar el resultado final: así encadena la secuencia de su trabajo con los dueños de casa. "Por supuesto, como siempre, conté con mucha libertad para proponer", acota. Cuenta la constructora y ambientadora portuguesa: " Queríamos un rústico con cierto glamour. Una mezcla inclinada siempre hacia lo clásico y contemporáneo. " Que lo estético no superase nunca a lo funcional. " La madera debía estar en muebles y mampostería: fue elegida la de álamo. " Combinar diferentes texturas, tanto en la albañilería como en la deco. " Luz indirecta y baja. Las lámparas industriales, en este sentido, son ideales: crean un clima especial porque la iluminación es cálida y acogedora. Fueron pintadas de un color verde inglés. " Los colores, tonos masculinos con el agregado de colores fuertes. Dan una personalidad tremenda. Por dentro, paredes ocre con detalles en rojo óxido; por fuera, siena tirando a naranja, con detalles en los bordes de las ventanas gris con ocre. Falsas mayólicas, muy 'british' ellas, fueron pintadas por Isabel como azulejos en la mesada; como guarda en la parrilla, como mantel en la mesa y como un touch en las paredes externas. Estas simulaciones pintadas son uno de los fuerte de la obra de Isabel, quien se destaca por sus diseños y combinaciones de pinturas. La terminación de las paredes del interior estuvo dada por un revoque superfino y delicado pero por fuera la pintura cubre un revoque grueso, bien rústico. Tan rústico como los mosaicos: simples, tranquilos y que no quitan protagonismo a nada. Con respecto a los objetos deco, la dueña de casa prefirió las creaciones de la mimbrería roquense "Angel", que van desde canastos hasta bandejas y bols. De los muebles, se destaca un vajillero inmenso de una compra-venta antiquísima y una consola -o mesa de pared- comprada a Laly Hernández. Con el asesoramiento profesional y las profundas ansias de tener un espacio exclusivo para comer asados o tomar mates, esta familia roquense logró un quincho confortable, con una prolongación envidiable hacia el aire libre. "El goce perfecto está asegurado", concluye en decir la dueña de casa mientras ajusta la cena de esta Nochebuena. (H. L)
Diccionario "eH!":
" Alfombras y sábanas, "Blanco Espacio", Don Bosco 1579, Roca. " Muebles y cuadros de "Casa Blanca", de Laly Hernández, Buenos Aires 1516, Roca. " Los cerámicos son del corralón "Carlos Isla", de Roca y Neuquén. " La constructora y ambientadora: Isabel Coelho, bepcoelho@hotmail.com
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