|
||
Escenario complejo para el sector ganadero | ||
El gobierno ahora amenaza con sanciones a las empresas. Sigue cortado el diálogo entre el campo y el Ejecutivo. |
||
Todo volvió a foja cero. El campo retomó sus actividades luego de los días de paro y el gobierno se encerró en la estrategia de 'no negociar' absolutamente nada con el sector. Las exportaciones están cortadas y serán nuevamente los productores los que paguen las consecuencias de esta medida tan poco acertada. Fuentes del Ministerio de Economía de la Nación señalaban esta semana que "no hay marcha atrás con la medida" y que existe un respaldo político para comenzar a sancionar a las empresas de no existir la oferta necesaria para abastecer al mercado. Se insiste con el chantaje en una actividad que mes a mes pierde su capacidad de recuperación. La clave para poder sostener la oferta en el mercado interno no está dada en el corte de las exportaciones. La puesta en marcha de una estrategia de mediano plazo para incrementar los stocks ganaderos a tasas compatibles con las exigencias de la demanda es la única salida existente. Pero para el gobierno nacional, el mediano y largo plazo no es tenido en cuenta. Y es por ello que recurre a los acuerdos de precios, una herramienta de control que sólo sirve para sortear la coyuntura. Todo esto vuelve a demostrar que los tiempos políticos poco tienen que ver con los de la industria pecuaria. Ahora bien, la demanda del sector ganadero solicitando un plan que permita los aumentos de los actuales stocks de hacienda, ¿es algo imposible de realizar? En principio se puede decir que hay antecedentes que muestran la factibilidad de poner un proceso en marcha como el que se menciona. Brasil, con sus diferencias, es un ejemplo de ello. En los últimos 45 años el vecino país incrementó su stock de hacienda vacuna en más del 300% al pasar de 50 a 177 millones de cabezas en el período mencionado. Al computar períodos más cortos se observa que en los últimos 10 años estos stocks crecieron cerca del 100% y las exportaciones de carnes se multiplicaron por 10 al pasar de 250 millones de dólares en 1995 a algo más de 2.700 millones de dólares el año pasado. En este intervalo las cotizaciones de la carne en el mercado interno brasileño crecieron 15% promedio por encima del índice de precios que el vecino país tiene en cuenta para su canasta básica de alimentos. La ecuación costo/beneficio muestra a las claras el éxito de este plan ganadero y la pregunta que parte del sentido común es: ¿por qué la Argentina no puede copiar un modelo como el brasileño, donde todos ganan en la cadena de producción y consumo? La respuesta se centra en la calidad política de nuestros dirigentes. La administración Kirchner no termina de avalar medidas de mediano y largo plazo para la actividad porque considera que, con la coyuntura internacional de precios que está viviendo la ganadería, no hay razones para dar un nuevo impulso a la actividad. "Están ganando mucho dinero con las exportaciones. Nosotros hacemos un esfuerzo muy importante para sostener un dólar competitivo. Que ellos hagan su parte, utilizando algo de estas grandes ganancias para sostener el mercado interno con precio razonables", aseguró la fuente consultada. Conclusión: lo único que pareciera que le importa al gobierno es hoy sostener un precio político para la carne. Los costos y consecuencias de esta demagógica medida no son tenidos en cuenta porque, en definitiva, los termina absorbiendo en su totalidad el sector privado. De ahí las últimas medidas oficiales que apuntan a restringir las exportaciones cárnicas como método compulsivo para el control de precios interno. El otro debate es si verdaderamente estas herramientas terminan por conseguir los objetivos para los que fueron diseñadas.
ESTADISTICAS Los últimos datos oficiales dados a conocer esta semana por el Ministerio de Economía muestran que en octubre las exportaciones de carne vacuna se estabilizaron y quedaron en un nivel similar al de setiembre. En aquel mes se enviaron al exterior 55.481 toneladas peso producto (tn pp) por un valor total de 163,9 millones de dólares FOB. Así lo asegura un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) en el que se destaca que, por segundo mes consecutivo, las exportaciones volvieron a ubicarse por encima del nivel observado en el mismo mes de 2005. En esta oportunidad, 6,7% en volumen y 41,5% en valor. La diferencia respondió a la suba de 32,6% del precio promedio. La prórroga hasta finales de noviembre, con la posibilidad de exportar sin límites cuartos traseros provenientes de novillos de más de 460 kilogramos, favoreció el crecimiento de las exportaciones. Las limitaciones impuestas a partir del 1 de este mes sin lugar a dudas afectarán negativamente esta tendencia observada en octubre en el comercio externo En los primeros diez meses del año las exportaciones de carne vacuna alcanzaron un total de 370.535 toneladas, por las que se facturaron 1.057,9 millones de dólares FOB. En comparación con enero-octubre de 2005, la contracción es del 23,4% en volumen y a sólo 4,8% en valor. El precio promedio se ubicó en 2.855 dólares FOB con una mejora de 24,3% interanual. El informe detalla asimismo que en octubre la faena de hacienda en el país se ubicó levemente por encima de 1,2 millones de cabezas, superando el registro de setiembre en 0,4%. En comparación con octubre de 2005 retrocedió sólo 2,7%, aun cuando aquel fue el último mes en el cual no existieron restricciones de peso mínimo sobre los animales enviados a faena. La recuperación de la faena observada a partir de junio permitió reducir gradualmente la contracción acumulada en 2006 con relación a similar lapso de 2005. En los primeros diez meses de 2006 la faena total resultó 8,8% inferior a la enero-octubre de 2005 (hasta setiembre, la caída era de 9,5%). En términos absolutos, se faenaron 10,92 millones de cabezas en los primeros diez meses del año, 1,053 millones de animales menos que en enero-octubre del año pasado. La disminución de la faena no estuvo explicada solamente por el cierre temporario de las exportaciones a partir de abril. El aumento del peso mínimo que comenzó a regir en marzo, al pasar de 260 a 280 kilogramos en pie, y la caída de las exportaciones a raíz del cierre de Chile en febrero, por el brote de aftosa que se registró en Corrientes, ayudaron a consolidar esta tendencia negativa sobre las estadísticas. Por su parte, en el período enero-octubre de 2006 la producción de carne vacuna ascendió a 2,494 millones de toneladas de res con hueso, 4,3% menor que lo consolidado en 2005. Es decir, a lo largo de este año el mayor peso promedio por animal faenado contribuyó a compensar alrededor de la mitad de la caída en la cantidad de cabezas faenadas. Las nuevas restricciones a las exportaciones plantean un escenario con mayor incertidumbre. Las señales desde el poder político no son las mejores. Un dato que desalienta a todo el campo argentino. (J.L.) |
||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||