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En pocas manos
La venta de vinos a nivel local está concentrada. 30 etiquetas se llevan un tercio de la facturación.

 

Son muchos los consumidores argentinos que disfrutan de una copa de buen vino, pero pocas las empresas que han logrado quedarse con la mayor parte de las ventas de esta bebida en el ya no tan competitivo mercado interno.

La concentración de las ventas de vino en pocas manos es un fenómeno que no era desconocido para aquellos que están ligados a la vitivinicultura nacional. Pero un reciente informe de la Consultora CCR dejó bien en claro la magnitud de esta situación.

De acuerdo al trabajo realizado para el Fondo Vitivinícola de Mendoza, tan sólo 30 etiquetas de vino en botella se quedan con un tercio de la facturación del mercado.

La cuestión en sí no parece tan grave, pero sí es preocupante cuando se menciona que la disponibilidad de etiquetas en el mercado llega a las 2.500.

Además de concentración en las ventas, la estadística marca un consumidor de vino que no es tan amante de abandonar las marcas reconocidas y tradicionales que durante años han acariciado su paladar.

Otras de las conclusiones a las que arribó el trabajo de CCR es que la concentración en pocas manos es incluso mayor si se toma en cuenta que sólo siete grupos bodegueros elaboran 24 de las 30 etiquetas más vendidas. Entre esos siete grupos, cuatro son controlados por capitales extranjeros.

Peñaflor, Pernod Ricard, Diageo, Chandon, el empresario Nicolás Catena, Valentín Bianchi y Nieto Senetiner, en ese orden, ocupan los primeros puestos por cantidad de marcas en el ranking.

No obstante esta situación de concentración, el informe encargado a CCR revela que el vino tiende a recuperar mercado fuertemente impulsado por los segmentos de más de 4,50 pesos y aquellos fraccionados en tetra brick. Ambas franjas de mercado son las encargadas de traccionar el crecimiento de la oferta vinícola a nivel interno.

Según se indicó, esta tendencia de consumo se viene observando desde el año pasado, momento en el que hubo un alza en las preferencias por aquellos productos de precio medio y alto, lo que puede atribuirse a campañas realizadas en tal sentido por los organismos encargados de la promoción de este tipo de bebidas y a una recuperación del poder adquisitivo de los consumidores argentinos.

Por el contrario, aquellos productos que se encuentran en un rango de precios inferior a los 4,50 pesos por botella sufrieron una caída del 18 por ciento de la participación en la facturación comparando el primer semestre del 2005 con igual período de este año.

 



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