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tiemblan los top
Maravilla Martínez logró otro soberbio nocaut y pidió una gran pelea para este año. Quiere a Pacquiao, Cotto o Mayweather. No anda con chiquitas.

Sergio Maravilla Martínez confirmó que es uno de los mejores libra por libra de la actualidad, pero no se conforma y va por más. "Quiero la gran pelea antes de fin de año", sentenció el bonaerense, luego de derrotar por nocaut en el octavo al ucraniano Serhiy Dzinziruk, en un combate celebrado en el MGM Foxwoods Casino, de Mashantucket, en el estado de Connecticut.

Con esta victoria el boxeador de Quilmes se alzó con el Cinturón de Diamantes instituido por el CMB, valuado en una suma que oscila en los 50.000 dólares. "Quiero la gran pelea. Que sea con (Manny) Pacquiao, con (Floyd) Mayweather o con (Miguel) Cotto", expresó Maravilla, quien lucía anteojos oscuros, a partir de una lesión que sufrió en su ojo izquierdo, golpeado en el séptimo asalto.

"No me gusta que me vean con la cara marcada", le contó Martínez a Télam, después de haber sido conducido a un centro asistencial de la zona, donde se le practicó una sutura de cinco puntos por un corte.

La referencia del argentino tiene relación con un hipotético enfrentamiento en un futuro con el filipino Pacquiao (considerado el mejor boxeador en actividad), con el estadounidense Mayweather (con problemas judiciales a partir de distintas causas abiertas) o con el puertorriqueño Cotto, quien derrotó al nicaragüense Ricardo Mayorga (ver aparte), para conquistar el título mediano liviano WBA.

Con relación al éxito alcanzado sobre el ucraniano, Martínez argumentó "sentir" la mano que Dzinziruk le arrojó en el séptimo y que lo tuvo a maltraer. "Fue detrás de la oreja. Esa la sentí. Es un rival fuerte, muy duro", confesó.

"El plan de pelea salió tal cual estaba previsto. Me salió a la perfección mi trabajo, porque estuve rápido y no lo dejé pensar. Ahí estuvo la clave", narró Maravilla.

El final del combate sobrevino cuando en el octavo asalto Martínez derribó en tres oportunidades a Dzinziruk en una definición acorde con su jerarquía.

Maravilla elaboró un sólido triunfo desde el comienzo del pleito mediante un impecable trabajo con su jab de derecha que fue un martirio para el ucraniano, quien sólo pudo superar ese accionar en el séptimo, cuando le ocasionó el corte en la zona orbital del ojo izquierdo.

El argentino se adueñó del centro del ring con autoridad y sumó a su favor con golpes dirigidos a la zona alta de su entusiasta adversario. En el cuarto, Sergio conectó una mano que llegó sin mucha potencia en la zona alta y al ucraniano se le doblaron las piernas, tocó la lona y se reincorporó pero Arthur Mercante Jr. le realizó la cuenta de protección.

Nuevamente en el cuarto, Dzinzuruk visitó el tapiz tras recibir una perfecta combinación de manos derecha e izquierda por parte del bonaerense. Maduraba el nocaut...

A pesar de la reacción que intentó el púgil de Ucrania en el séptimo, el round siguiente Martínez definió el combate a su manera, en forma similar como cuando noqueó a Paul Williams en noviembre pasado, con un cruzado de izquierda perfecto que precipitó la definición de la pelea.

Otra vez espectacular. Otra Maravilla de Martínez.



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