Juan Martín del Potro se sacó una espina que tuvo clavada durante 17 meses. Su triunfo frente al serbio Janko Tipsarevic, por 6-4 y 6-4, en la final del ATP 250 de Delray Beach, le permitió festejar un título por primera vez después de haber alcanzado la gloria aquel 14 de setiembre de 2009, cuando venció al suizo Roger Federer y se consagró campeón del US Open. El premio fue doble porque el Obelisco argentino se metió en el top 100 y muy cerca del lugar 85 del ranking mundial.

Del Potro y Tipsarevic se tomaron tres games de estudio, llegando al cuarto juego sin mayores novedades.

Una doble falta de JM, un revés paralelo del serbio al fleje, un error no forzado del argentino y otra certera devolución, esta vez con mucho margen, lo dejaron 15-40.

Si bien Del Potro volvió al game gracias a una derecha de su rival que se fue larga y a un ace, el primero del partido para su cuenta, nunca pudo tener el control de los puntos. Después, sufrió el primer quiebre. Era 3-1 para el serbio y después 4-1, luego de la confirmación de otro quiebre. Parecía que "Delpo" empezaba a despedirse del primer set, con todo lo que eso podía implicar para el desarrollo de la final.

Tipsarevic sacó 4-2 y 0-30, pero el argentino lo emparejó. Enseguida tiró un drop largo y, con un revés suave a la derecha de su rival, Del Potro consiguió el break point que necesitaba para volver al partido.

Su rival se encargó del resto, una derecha invertida se fue muy ancha y el 4-4 le dio otra oportunidad al argentino. La "Torre de Tandil" no la desaprovechó. Quebró para 5-4 y debió levantar cinco break points antes de quedarse con el parcial por 6-4 en el tercer set point.

Si bien fue un golpe duro para el campeón de la Davis, Tipsarevic logró sacarse rápido de la cabeza las ocasiones desperdiciadas, y mantuvo su nivel en el comienzo del segundo parcial.

El tandilense se tomó su tiempo para volver a hacer la diferencia. Set arriba y con ventaja en el segundo, hizo pesar la potencia de su servicio y su mayor jerarquía. Quebró en el quinto game, mantuvo su saque en el sexto y se puso 4-2.

De allí en más, sólo fue cuestión de que cada uno mantuviera el saque, para que concretara un doble 6-4 y se quedara con el octavo título de su campaña.

Después de tres semanas que bien podrían haber sido parte de sus sueños antes de comenzar esta temporada, Del Potro sumó semifinales en San José y Memphis, sellando su vuelta al top 100 con el título en Delray Beach.

Ahora será tiempo de descansar y prepararse para lo que viene, que será serán citas más importantes, como los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.

Del Potro volvió a festejar a lo grande, atrás quedó la lesión y su pesadilla. Es verdad que la magnitud de esta celebración no tendrá la magnitud de la de aquella en Nueva York, pero también tiene su importancia. JM está de nuevo y con ganas de volver a hacer historia.