Esta semana que ha pasado, con 40°C a la sombra en todo el Alto Valle del río Negro, es muy probable que haya dejado el lamento en muchos "locos por las plantas". Como ha coincidido con el período de vacaciones de muchas familias, no me asombraría si al regreso se encuentran con un panorama parecido al de estas imágenes.

IR A LO SEGURO

Varias veces se me ha preguntado por qué hago tanto énfasis en el uso de la festuca alta (Festuca arundinacea) para nuestros céspedes... creo que con este calor la respuesta está a la vista. Esta festuca es, dentro de las festucas y otras especies de gramíneas, la de mayor resistencia a falta de riego y -especialmente- aguas y suelos con salitre.

También la gramilla (Cynodon dactylon, sinónimos Panicum dactylon o Capriola dactylon) es resistente, pero el problema es que el dueño del jardín le dispara "como sapo a la guadaña", porque es sumamente invasiva, muy difícil (si no imposible) de eliminar cuando infestó el suelo. (Nombres comunes en el mundo es "Bermuda Grass", "Pasto diente de perro", "Bahama Grass", "Devil´s Grass" ("pasto del diablo"), "Couch Grass", "Indian Doab", "Grama", "Chépica" (Mendoza), "Pasto bermuda" y "Pata de perdiz".

Pero volvamos a la festuca. La arundinácea no es la única que se usa para céspedes, porque también tenemos otras que, en mezclas con otras forrajeras, dan un buen césped, según el uso al que será sometido.

FESTUCA ALTA

La "alta" es la que conozco y uso. En realidad, como la mayoría de las gramíneas que pueden integrar un césped, son forrajeras que se han usado desde siempre para la alimentación del ganado. La selección genética está logrando variedades de festuca alta cada vez más aptas para un césped por su follaje más tierno y plántulas de menor altura y más macolladoras, o sea con capacidad de emitir brotes laterales desde la base, que permiten su expansión en el terreno.

También se usa en nuestra región el raigrás perenne (Lolium perenne) y de hecho hay muchos que lo prefieren solo o mezclado con festuca y otras gramíneas más tiernas como poa y agrostis. El tema es que cuanto más tierna es una gramínea, menor capacidad de profundizar tendrán sus raíces, por lo que serán más afectadas por la falta de riego.

La festuca penetra aproximadamente 30 centímetros y, si se la siembra en otoño, será capaz de afianzarse incluso en suelos salitrosos. Está comprobado que es la única que soporta por muchos años el riego con aguas salobres... desaparecerán flores y arbustos, pero la festuca "se la banca".

La falta de riego se hace notoria por un cambio en el color del follaje en las zonas afectadas, que se vuelve azulado hasta terminar amarillo. Si no se tarda demasiado en dar un buen riego, en una semana podrá rebrotar y todo habrá sido un mal recuerdo.