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La demanda y la oferta de las naftas
Subieron 100% desde el 2002, contra el 85% del crudo

En documento de la Subsecretaría de Energía de Neuquén demostró la complicada situación en la que se encuentra el mercado de los combustibles líquidos en nuestro país, con un aumento de la demanda del 67% en las naftas, un crecimiento del 25% en las ventas de vehículos cero kilómetro y una capacidad instalada en el sector de refinación cercana a su límite. Según el estudio, expresados en pesos, los precios en los surtidores subieron más del 100% desde el 2002 y el barril de crudo, sólo un 85%.

El trabajo fue realizado el año pasado por la Dirección de Economía de Hidrocarburos de la cartera energética. Hace mención a la diferencia de precios entre Buenos Aires y la zona metropolitana y el interior y lo atribuye a cuestiones de mercado.

En cambio, avanza en los problemas de abastecimiento en general y en los de las pequeñas localidades neuquinas en particular, que sufren el desabastecimiento por ser en su mayoría de bandera blanca. Se observa, de todos modos, cierta esperanza de que las inversiones en el downstream den resultados en el curso de este año. "Toda esta situación tiene como marco una política de precios y retenciones a los hidrocarburos implementada por el gobierno nacional. La refinación de crudo sigue a la demanda doméstica de combustibles, que a su vez depende de factores tales como la estacionalidad, la evolución de la economía interna, los cambios en especificaciones y otros cambios regulatorios (por ejemplo, componente de bioetanol y biodiésel)", sostiene el documento.

"El crecimiento sostenido que atraviesa la economía argentina desde su recuperación de la crisis del 2002, aun en la coyuntura de la crisis internacional del 2009, se refleja en un mayor consumo de energía", recuerda el trabajo, que identifica la proporción de ese aumento en un 25% en los últimos cinco años (12% en el gasoil y del 67% en las naftas).

Si se tiene en cuenta además que la venta de autos cero kilómetro aumentó un 75% desde el 2002 y que los precios relativos en nuestro país son bajos, el sistema de transporte no es el más eficiente y mejoró el turismo, se observa el embudo entre la demanda y la oferta.

"Su correlato por el lado de la oferta durante el mismo período indica que la producción total de petróleo disminuyó un 5%, en tanto que la refinación total resultó prácticamente igual. De cada barril de petróleo producido se obtiene, con la eficiencia del parque refinador actual, el 25% de naftas y el 40% de gasoil. Pero el mercado doméstico exige mucho más gasoil que nafta, en una relación del doble o más. Por esta razón durante los últimos años se registraron importaciones de gasoil para cubrir en promedio un 5% del consumo del mercado", se lee en el diagnóstico de la Subsecretaría de Hidrocarburos.

La capacidad instalada de las refinerías se mantuvo sin variaciones en los últimos años y su uso llegó a picos del 91,2%. "Debe advertirse el escaso margen de que dispone el sector para reaccionar ante picos de demanda o ante situaciones extraordinarias", sostiene el trabajo.

Existe la presunción de que ello se debe a que los precios no se mantuvieron para las empresas en niveles competitivos en relación con otros países de la región.

"El barril de petróleo en el mercado doméstico hoy representa solamente el 67% de su precio de referencia internacional. En relación con los combustibles, en los países de la región el valor de la nafta súper y el del gasoil -sin impuestos- representan sólo el 58 y el 57% respectivamente, mientras que con impuestos la nafta súper llega al 63% y el gasoil al 68% de los precios regionales", detectaron los especialistas del gobierno neuquino.

El precio del barril de crudo en el mercado interno, expresado en pesos, aumentó durante los últimos cinco años un 85%, el gasoil un 107% y el promedio de las naftas fue de un 95%, siempre según el análisis de la cartera energética neuquina.

El trabajo sostiene que "un problema en la actualidad se presenta con el aumento de la demanda en ambos productos; en el caso del gasoil existe un régimen de importación subsidiada, en cambio con las naftas no existe ese régimen y si una petrolera decidiera importar deberá vender a pérdida".

Como consecuencia, entre otras cosas, de "una paulatina disminución de los stocks para afrontar picos de demanda", en los últimos cinco años 3.500 estaciones de servicios cerraron en todo el país.

"En el caso de YPF, al mantener sus precios más estables en un escenario de inflación creciente, a resultado de que los mismos sean menores que los de la competencia, por tal motivo sus estaciones comenzaron a tener más demanda y ante la coyuntura expresada aparecen los quiebres (falta de producto en una estación). En tanto, otros refinadores como Esso, Shell y Petrobras no sufren tanto estos quiebres porque tienen precios más altos", sostiene el documento. La participación de YPF en el mercado en el mismo período subió del 54 al 58%, frente a la disminución del 16 al 15% de Shell, 14 al 13% de Esso y 12 al 11% de Petrobras.



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