Se lo vio algo más cansado y mucho más crítico que en otras oportunidades.

Heinz Deprez, fundador del Grupo Univeg -empresa madre de Expofrut-, volvió esta semana a la región sólo por unos días e hizo contacto con "Río Negro Rural".

La charla duró algo más de una hora y en ella defendió, con elevada convicción, los cambios que se están realizando en Expofrut. "No es un achique, es una reestructuración", afirmó.

Destinó duros conceptos al gobierno nacional, al que calificó de "débil" e "incumplidor".

Las críticas también estuvieron dirigidas a los empresarios de la región. "Deben cambiar su mentalidad si quieren mantenerse en el sistema", disparó. Adujo asimismo que Expofrut no se siente representado en la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) y que sus intereses "no son tenidos en cuenta".

Deprez aseguró que la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén "es única para producir fruta" y que los "intereses de Univeg en la Argentina se mantienen intactos".

A continuación se detalla parte de la conversación mantenida con el empresario.

-¿El año que viene Univeg sale a la bolsa?

-La empresa no comunicó absolutamente nada sobre su salida a la bolsa. No hay nada de eso. Nuestra compañía está abocada a la mejora del negocio global de la fruticultura.

-¿Continuará este año el achique de Expofrut?

-Quiero dejar claro que la empresa no se está achicando. Estamos reestructurándonos para poder ser más competitivos. Estamos cambiando nuestro perfil de compañía con la mejor gente, los mejores técnicos, los mejores operadores. Con esta estrategia vamos a crecer y estamos haciendo una empresa más competitiva. No nos estamos achicando. Los que no aceptan las nuevas realidades del mercado y no se adecuan para poder competir en estas condiciones están perdidos.

-¿A qué se debe este cambio de estrategia?

-Nosotros ya empezamos con el cambio hace dos años. Deberíamos haberlo hecho hace cinco años. Perdimos mucho tiempo y eso nos llevó mucho dinero. Ahora bien, el resto de las compañías de la región va a tener que hacer lo mismo. Fuimos los primeros, pero todo el resto nos tendrá que acompañar en esta estrategia si quiere mantenerse en el negocio. No existe otra salida.

-¿Dónde están las prioridades para invertir en Expofrut?

-Lo que estamos haciendo es mejorar lo que tenemos. Hoy no debemos apuntar a comprar más hectáreas para tener una mayor producción o más galpones para embalar más fruta. Debemos derivar todas nuestras energías a producir más por hectárea sobre las tierras que ya tenemos y, sobre esos kilos producidos, mejorar la relación con la exportación. Hoy suena muy lindo tener un campo con 100 hectáreas con una producción de 35 toneladas por hectárea y exportar el 40% de lo que allí se cosecha. Yo prefiero tener uno de 50 hectáreas con una producción de 60 toneladas por hectárea y exportar el 80% de esa oferta. Éste es el esquema al que apunta Expofrut: eficientizar al máximo los recursos que ya tiene.

-¿Por qué piensa que el resto de las empresas va a seguir lo que ustedes están haciendo?

-Porque si no desaparecerán. En esta línea debe trabajar todo el Valle. Ésta es una región única para producir volumen y calidad de fruta. Sin embargo, al no mirar el largo plazo con una estrategia definida se limitan los objetivos de conseguir el volumen y la calidad que requiere el mercado.

-¿Y en la parte comercial?

-Ocurre lo mismo. No hay estrategia. Aquí las empresas venden hoy al mercado europeo y mañana, como paga mejor, venden a Rusia. Se debe tener constancia para trabajar en la cadena comercial frutícola. No se puede estar saltando de un proveedor a otro porque eso quita previsibilidad al sistema. Uno debe sostener una relación comercial porque esto permite reglas claras y el fortalecimiento de todo el sistema frutícola. Cuando uno salta de un mercado a otro, el esquema se vuelve muy costoso y los riesgos son muy elevados. Univeg tiene muy bien armonizado su sistema de comercialización en Europa porque hace muchos años que está posicionado en ese destino, tenemos allí credibilidad y trabajamos estratégicamente con nuestros operadores.

-Las empresas aducen que van a Rusia porque logran anticipar fondos sobre las ventas...

-Conozco a varios operadores del Valle que van mucho a Rusia, pero para poder cobrar lo que vendieron. No es un problema de financiamiento, es un problema de oportunidad. Las empresas deben trabajar para buscar nuevas estrategias que les permitan sostenerse en el tiempo.

-¿Qué opina de los costos que muestra la Argentina para producir?

-El problema del Valle no es de costos... a ver, mencióneme usted algún competidor de frutas del hemisferio sur...

-Chile, Nueva Zelanda...

-Tomemos el caso de Nueva Zelanda. El salario de un trabajador allí es mucho mayor, medido en dólares, que en el Valle; las distancias al mercado también y por lo tanto los fletes son más caros. Como éste puedo dar muchos ejemplos más donde le demuestro que la estructura de costos es mucho más elevada que en el Valle. Sin embargo, ellos compiten y lo hacen en forma eficiente. ¿Sabe por qué? Porque tienen una estrategia y cumplen todos los pasos para llegar a ella. Acá, en el Valle, el problema no es de costos sino de mentalidad. Empresarios y productores deben cambiar su mentalidad si quieren mantenerse en el sistema.

-¿Cómo se cambia?

-Trabajando, buscando objetivos. Es lo que estamos haciendo nosotros ahora. Expofrut marca el ejemplo con lo que hace. En el campo, el packing, en la comercialización, estamos cambiando para adaptarnos a la realidad del mercado. Todos van a tener que cambiar, este proceso no tiene marcha atrás. Nosotros esperamos que nos imiten. Tenemos una estrategia, una dirección, una actitud...

-¿Piensa que el sistema puede cambiar?

-Aquí no hay sistema. No hay una visión ni estrategia común. Todos nos critican a nosotros. La prensa, nuestros colegas... todas son noticias negativas en relación con Expofrut. Sin embargo yo les puedo asegurar que vamos en el camino correcto.

Al finalizar su respuesta Deprez, el presidente de Expofrut, Cristian Skou, comenta que "el empresario argentino apuesta a que cada 10 años exista una devaluación para corregir los desvíos de costos. Mientras tanto el mundo sigue trabajando sobre bases sustentables y eso es lo que estamos sintiendo en la actividad frutícola. La devaluación no aparece, pero sí los problemas estructurales".

-En la última entrevista usted aseguró que no se puede ser transparente y por ello recibió duras críticas. ¿Qué opina sobre esas críticas?

-Se malinterpretaron mis conceptos. Yo defiendo la transparencia. Univeg y todas sus empresas son transparentes. Pero lo que no es transparente en la Argentina es el sistema. El gobierno nacional interviene los mercados, no devuelve los impuestos y las empresas evaden. Todo esto lo hace poco transparente. Nosotros no tenemos nada que esconder. Pagamos todos nuestros impuestos, todo lo nuestro es transparente, pero el sistema en la Argentina no lo es.

"CAFI no nos representa"

-¿Falta liderazgo empresario en esta crisis?

-Sin estrategia no hay liderazgo. CAFI negocia con el gobierno para pedir ayuda económica. Nosotros no necesitamos ayuda del gobierno, sólo queremos que cumpla lo que corresponde. Tiene obligaciones que no cumple. Es un Estado incumplidor.

-¿Puede ser un poco más preciso?

-Muchas veces se dice que las firmas extranjeras se llevan el dinero del país y no pagan impuestos. No es cierto. Nosotros pagamos el 100% de nuestros impuestos. Otras empresas no. Pagamos todo y eso nos genera una pérdida de competitividad con otras firmas. Si todos pagaran sus obligaciones seguramente no existirían las retenciones a las exportaciones, que son un modo de penalizar al que cumple para tratar de sacar algo de plata al que no cumple. Nosotros pagamos nuestros salarios en blanco y ningún gremio se queja. Sin embargo cuando hay algún conflicto en la fruticultura al primero que le bloquean las plantas es a Expofrut. Y en los conflictos nuestros competidores siguen trabajando y exportando.

-¿No plantearon esto en el seno de la CAFI?

-Participamos en la CAFI, pero los intereses de la cámara no se corresponden con los nuestros. En la mesa de discusiones hay dos tipos de empresas que van con dos velocidades distintas y muchas veces es muy difícil llegar a puntos de acuerdo. Estamos analizando buscar otro tipo de institución donde estén empresas más homogéneas.

-¿Lo van a plantear en la CAFI?

-Obviamente. No nos sentimos protegidos por la CAFI. Buscaremos armar otra organización que defienda nuestros intereses. Cuando el gobierno o los sindicatos nos atacan la CAFI no nos defiende, no nos representa.

"Nadie confía en lo que dice el gobierno"

-¿Puede ser que las pérdidas de Expofrut en el 2010 se ubiquen en el orden de los 20 millones de dólares?

-No tengo conocimiento de esa cifra. Se ve que usted sabe más de lo que yo sé de la empresa.

-¿Se puede hablar de ese número?

-No. El 2010 también fue complicado. Nosotros pagamos todos nuestros compromisos, cosa que el Estado no hace. Pese a ello, los intereses de Univeg en la Argentina se mantienen intactos. Nosotros seguiremos en Río Negro para ser cada vez más fuertes.

-¿Qué reflexión le dejan las pérdidas del 2009?

-Muchas. Todo el mundo señala la plata que perdimos. Por eso estamos cambiando. Pero ¿sabe usted por qué se perdió tanto dinero en el 2009? Porque se dieron de baja créditos del Estado (reintegros y otros impuestos) que no pudieron cobrarse. Fuimos sinceros en nuestros balances al decir que eso no los íbamos a cobrar. Otras firmas no lo computaron porque tienen la esperanza de cobrarlo.

-¿El año pasado el Estado también incumplió?

-No nos pagó el 50% de la deuda que tenía con nosotros.

-¿Cuánto representa eso en dinero?

-Cerca de cinco millones de dólares. Lo mismo pasó en el 2009, de los algo más de 110 millones de pesos la parte que corresponde a pérdida por incumplimiento del Estado representa más del 50%.

-¿Se sienten discriminados?

-No sé si ésa es la palabra. Los trabajadores nos extorsionan y el gobierno no hace absolutamente nada frente a esta irregularidad. Demuestra debilidad. En otros países un gobierno define que un aumento del 22% es correcto y los trabajadores acatan. Aquí nadie tiene confianza en lo que dice el gobierno.

JAVIER LOJO