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"Urgentes cambios" para evitar una hambruna global | ||
Al habitante número siete mil millones le espera un planeta más poblado, hambriento y desigual, señalan diversos estudios realizados en los últimos meses, que alertan a los gobiernos sobre los enormes desafíos alimentarios que plantea el crecimiento demográfico actual sumados a factores como el cambio climático, la suba de los precios de los alimentos en el mercado mundial y la injusta distribución de la riqueza, con sus consecuencias sociales y en el medioambiente. El más reciente es el informe comisionado por el gobierno del Reino Unido llamado Foresight (Previsiones) sobre el Futuro de Alimentos y Agricultura, presentado a principios de esta semana. El estudio, que duró dos años en ser realizado y contó con la participación de 400 científicos de 35 países, revela que la producción de alimentos podría tener que duplicarse en los próximos 40 años para satisfacer las necesidades de la creciente población mundial. E indica que, al ritmo actual de crecimiento de la demanda mundial de alimentos y la producción de éstos, en 20 años es posible una hambruna planetaria. El informe concluyó que se deben emprender urgentes y radicales cambios a la producción de alimentos para evitar esta amenaza. Señala, por ejemplo, que grandes cantidades de alimento son desperdiciadas por negligencia o especulación y, de acuerdo con los expertos, ése debería ser el foco de las medidas que se tomen y no lo que otros especialistas sugieren: aumentar la producción de alimentos a través de la modificación genética de los mismos. Según el académico, habrá un desplazamiento masivo del campo a la ciudad (especialmente en el Tercer Mundo) y los precios subirán a causa de más demanda. "La urbanización generará el desplazamiento de entre el 65 y el 70% de la gente hacia las ciudades" y "la población también se vuelve más próspera y con ello vendrá la demanda de más productos esenciales como comida, agua y energía". Para Beddington se debe aumentar un 40% la producción de alimentos, un 30% la de agua y un 50% la de energía en forma urgente. Los encargados del informe sostienen que es necesario tomar medidas concretas a nivel mundial, donde se generen políticas y esfuerzos coordinados para cambiar los sistemas de producción y hacer frente a los efectos climáticos y a la disminución de fuentes de agua y tierras cultivables. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que será imprescindible elevar en un 70% la producción mundial actual de comestibles. Algo nada fácil en la era del cambio climático y el declive de la producción de los hidrocarburos. El crecimiento de la demanda tendrá que satisfacerse, según estos analistas, en condiciones de creciente escasez de agua, salinidad de los suelos y condiciones meteorológicas y climáticas más adversas. Además de producir más, afirman análisis, serán necesarias distintas estrategias para una mayor cooperación internacional, con un sistema agrícola mundial más productivo y sostenible, advierten. La filial estadounidense de la ONG argentina Fundación Ecológica Universal (FEU) estima, además, que uno de cada cinco habitantes de la Tierra se verá afectado hacia el 2020 por la escasez de alimentos como resultado del cambio climático. La temperatura media para estas fechas habrá subido en 2,4 grados Celsius en relación con la época preindustrial y la población llegará en el 2020 hasta 7.800 millones. Expertos calculan que el mercado global del trigo estará desabastecido en un 14%; el del arroz, en un 11% y el del maíz, en un 9%. La soja será el único cultivo cuya oferta va a superar la demanda, en un 5%. |
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