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La Argentina y los problemas por depender de la soja | ||
Los efectos de "la Niña" modificaron el escenario de cosecha. Se espera una menor recaudación por retenciones. | ||
Diferencia de años anteriores, la dinámica de las principales variables macroeconómicas en el país luce (a priori) bastante predecible para este 2011 que está a punto de comenzar. Los analistas arriesgan un crecimiento del nivel de actividad superior al 5% junto a una inflación en ascenso (aunque sin probabilidades de espiralarse) que iría de la mano de una cotización estable del tipo del cambio, "facilitada" por un flujo (superávit comercial) y un stock (reservas del BCRA) de divisas suficiente para evitar la volatilidad de la moneda. No obstante, en los últimos días ha surgido un nuevo actor en el escenario económico cuya ocurrencia, si bien venía siendo anunciada como posible, ha adquirido una mayor probabilidad con el transcurso del tiempo (y del clima), esto es, el fenómeno conocido como "La Niña", que determina un clima caluroso y seco que afectaría significativamente los cultivos de soja y maíz en la Argentina (cosecha gruesa). Dada la creciente dependencia que presenta la actividad económica respecto de la soja, este cultivo se transformó en un factor fundamental para las finanzas públicas del gobierno nacional (explica más del 50% de los derechos de exportación y el 6% de la recaudación anual) y desde abril del 2009 también para las finanzas provinciales y municipales, producto de la creación del Fondo Federal Solidario (FFS). De ahí la preocupación por el impacto de una posible reducción de la cosecha (menores retenciones al complejo sojero), teniendo presente la presión alcista sobre los precios que este fenómeno causa.
¿Precios o Cantidad? En términos sintéticos, el impacto final de una potencial sequía en las retenciones a la soja (y el FFS) será resultado de la operación de dos fuerzas contrapuestas: por un lado, los recortes previstos en la producción y las exportaciones anuales y, por el otro, la presión alcista sobre las cotizaciones internacionales de la soja y sus derivados (aceite y harinas). Respecto de la evolución de la cosecha, el Ministerio de Agricultura de la Nación y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) no han recortado todavía sus previsiones para la campaña 2010/2011, la cual se ubicaría en 52 millones de toneladas, un 5% menos que en 2009/2010, en niveles similares de área cosechada (18,6 millones de hectáreas). No obstante, otras entidades internacionales especializadas en estimaciones agrícolas sí han reducido sus proyecciones a futuro. Según Oil World (entidad alemana), las condiciones meteorológicas adversas reducirían los rindes sojeros y darían lugar a mermas de entre un 10 y un 20% en la producción final de la oleaginosa, que se ubicaría entre 43 y 48 millones de toneladas. En relación con las cotizaciones futuras, la reacción instantánea de los mercados se refleja en un fuerte impulso en los precios a futuro, superando los 500 dólares la tonelada, el nivel más alto de los últimos 28 meses. De esta manera, los mercados internacionales parecen avalar la ocurrencia del fenómeno "La Niña" y dar por descontados sus efectos en las cotizaciones a futuro.
Escenarios y Proyecciones Para evaluar el potencial impacto de "La Niña" resta contrastar las proyecciones del escenario base con las que surgen de computar los nuevos precios, junto a la caída prevista en la cosecha. En el primer caso, se utilizan las cotizaciones del CBOT al 27 de diciembre, en tanto que para las previsiones de producción (y exportación) se toman los dos extremos del rango previsto por Oil World, junto a un escenario intermedio (45,5 millones de toneladas). Para la construcción de los escenarios se asume que la caída en la producción implica una reducción equivalente de las exportaciones anuales, sin incluir potenciales utilizaciones de los stocks acumulados. La caída en las cantidades exportadas de cada producto se computa en función de las participaciones previstas en las proyecciones del USDA (27% porotos, 11% aceite y 62% harinas). Las exportaciones y los precios del biodiésel se suponen constantes. Partiendo de dichos parámetros, en la infografía se puede observar que en caso de que el impacto sea bajo (-4 millones de toneladas) el salto observado en los futuros de la soja permitiría sobrecompensar la caída en los volúmenes exportados, es decir, habría dominancia del efecto precio. En este primer escenario el monto recaudado por retenciones alcanzaría los 31.466 millones de pesos (+ 550 millones), en tanto que las provincias recibirían 9.440 millones de pesos (+ 165 millones), lo cual equivale a sendos incrementos del 2% sobre el escenario base. En caso de que el impacto sea de intensidad media (-6,5 millones de toneladas) o alta (-9 millones de toneladas), el efecto cantidad será predominante y se reducirán el monto exportado, las retenciones y el FFS. En el primer caso, las retenciones caerían en casi 1.200 millones de pesos, lo que impactaría en las provincias por un monto de 359 millones. En el supuesto de que el impacto sea el más alto de acuerdo con las previsiones de Oil World, las pérdidas fiscales para el Estado nacional ascenderían a casi 3.000 millones de pesos, de los cuales 883 millones serían afrontados por las provincias. Por su parte, el saldo exportable se reduciría en 2.200 millones de dólares. Como dato ilustrativo se puede destacar que la pérdida esperada en el peor escenario equivale al 30% del financiamiento del Programa de Asignación Universal por Hijo presupuestado para todo el 2011.
Conclusión Sobre las potenciales pérdidas mencionadas cabe subrayar que el universo de análisis se limitó al impacto sobre las retenciones a la soja (por ser las más significativas en volumen); quedan para otro informe los potenciales impactos sobre la producción, las exportaciones y las retenciones del complejo maicero. Además, se puede afirmar que por más que las exportaciones del complejo sojero no se resentirían tanto por el impacto de "La Niña" (por mejora vía precios), sí lo harían los niveles de producción, con la consecuente caída en las recaudaciones en concepto de IVA e Ingresos Brutos, entre otros tributos, de modo que el impacto global de la sequía indudablemente será un foco de preocupación para el año entrante.
Los números del gobierno versus la realidad Lo que iban a recibir las provincias (Redacción Central en base a informe de Economía & Regiones de diciembre del 2010) |
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