River comenzó el año con Leonardo Astrada, lo continuó con Ángel Cappa y lo cierra con Juan José López.

No fue un año más para el club de Núñez, fue en el que debió enfrentarse seriamente por primera vez en su historia con la posibilidad cierta de un descenso.

Aunque siempre trató de negarlo, el promedio fue el gran tema de 2010 en River. "No le tengo miedo al descenso", había dicho Astrada en marzo. "El descenso no me genera nada", afirmaba meses después su sucesor, Cappa.

Pero fue Jota Jota quien puso las cosas en su lugar: "A River no lo salva el pasado. Hay que ser realistas e ir partido a partido...", anunciaba el 23 de noviembre el por entonces DT interino.

López era criticado por el estilo austero de River bajo se gestión de emergencia, pero el DT sabía que River, antes que cualquier otra cosa, necesitaba sumar puntos. Y los sumó. Por eso, el 14 de diciembre, era confirmado en el cargo para 2011.

River terminó 13º en el Clausura, por lo que arrancó la temporada 2010/11 con el peor promedio exceptuando los recién ascendidos.

El 12 de abril, Passarella decidió echar a Astrada y contratar Cappa, de quién dijo era "Es del gusto futbolístico de River".

El andar irregular del equipo en las fechas que quedaban del torneo pasado y las 13 del Apertura lo expusieron a otra drástica decisión unipersonal del Kaiser. "No renuncié ni me fui de común acuerdo", aclaró el lunes 8 de noviembre Cappa. Es decir, a él también lo habían echado.

Lo reemplazó un DT que es parte de la historia grande de River, que jugaba como le gusta al hincha Millonario, pero que dirige de otra manera. (Casi) nadie se quejó. Habían entendido que el promedio era un asunto serio.