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De 25 años a catorce partidos
Borghi iba a conducir un gran proyecto en Boca... duró menos de un torneo.

El año boquense estuvo atravesado por las desventuras de sus entrenadores. Primero, Alfio Basile y su (in)esperada renuncia de fines de enero, apenas una semana antes del comienzo del torneo Clausura. Aunque el seis de enero, el Coco aclaraba que "nunca me quise ir de Boca", en referencia a aquella supuesta dimisión tras el 1-3 con Godoy Cruz en septiembre de 2009, el 25 se iba sin decir por qué.

Lo sucedió Abel Alves, un interino que duró más de la cuenta. Boca alternó discretas actuaciones con otras definitivamente malas. "De acá me van a sacar muerto", advirtió Alves el 8 de marzo, el mismo día en que Diego Cagna avisó que "estoy preparado para dirigir a Boca".

El 25 de marzo Boca le ganó 2-0 a River y se suponía que sería suficiente espaldarazo para su continuidad, pero no. El 9 de abril renunció tras perder 3-0 con Colón y sumar su quinta derrota en seis partidos.

Luego del primero de los dos interinatos de Roberto Pompei, asumió Claudio Borghi, flamante campeón con Argentinos. "Boca es el desafío más grande de mi carrera", confesó el Bichi el 20 de mayo, día de su presentación. Con él en el banquillo, Boca cambió radicalmente su estilo: defendería con tres, jugaría con doble cinco, carrileros y dos atacantes de área. No tocó el enganche, un lugar que reservó para un convaleciente Juan Román Riquelme, lo esperó hasta el cansancio y sólo pudo dirigirlo una vez: ante Argentinos (0-2). "El equipo está hecho para Riquelme", confesó el Bichi el 4 de agosto, una semana antes del inicio del Apertura.

El 23 de agosto la dirigencia de Boca tuvo que salir a respaldarlo públicamente: "Borghi tiene el respaldo total", aclaró José Beraldi, tras la derrota ante All Boys (0-2). Después de su primer amago de renuncia, Borghi se animó a decir que "este equipo está para campeón en el corto plazo". Boca le ganaba 2-1 a Vélez

Pero no había lugar para la paz: el 10 de septiembre, el Bichi avisó que "si no ganamos en Bahía, se complica el futuro". Boca le ganó 3-1 a Olimpo, pero el futuro no mejoró. "Espero que este sea el punto de partida", rogaba el DT. Lo fue, pero con poco vuelo. Tras vencer a Colón (3-1), volvieron las derrotas y las dudas. "Me da vergüenza tener tantos altibajos", reconocía.

Tras el 1-2 con Lanús, Borghi aclaró que "no renuncié, sólo puse mi cargo a disposición" (06/10). Poco más de un mes después, finalmente Borghi se iría, tras perder con River. "Mi plan era quedarme 25 años, pero es imposible si los resultados no acompañan", dijo el día después del Superclásico perdido. Sería el turno, por segunda vez en el año, de Tito Pompei.



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