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Una envidiable armonía
Este departamento de dos ambientes refleja la personalidad cálida y original de sus dueños.

Tomás Magrane, arquitecto entrenado en el rigor de Rafael Viñoly, jamás pensó que viviría rodeado de sillones Luis XV, terciopelos, paredes con rayas y pajaritos. Sin embargo, este es su mundo actual y es el que disfruta a pleno junto con su mujer, la polifacética Martina Correa. "Antes de conocerme se imaginaba viviendo en la típica casa de un arquitecto: blanca, más bien fría y minimalista y de repente se encontró conmigo que me encanta ir a las ferias, a los remates, buscar cosas, que vivo comprando alguna taza, un plato, objetos. En nuestra casa tratamos de encontrar un punto medio. ¡Aunque creo que gané un poco yo! Tomás dice que su sector es la mesa blanca y la biblioteca. Creo que llegamos a un equilibrio: ahora él tiene un estilo más cálido y yo sinteticé un poco y nos encanta el mix que logramos", comenta Martina. Ella es graduada en diseño de interiores y de indumentaria, estudios que completó con cursos de moda en el FIT de Nueva York, vestuario y escenografía en el Teatro Colón, pintura, estampado, telar, entre tantos otros.

Hace un año que tomaron posesión de este flamante departamento en Palermo Viejo, Buenos Aires, que compraron desde el pozo. Súper luminoso, tiene 58 m2 cubiertos, repartidos entre comedor, living conectado con la cocina, toilette, dormitorio con baño completo y un amplio balcón con salida desde la cocina y el estar.

 



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