Llamamos "clorosis" a la falta de clorofila en las hojas, es decir que se ven amarillentas pero las nervaduras mucho más verdes. Como lo muestra esta planta de duraznero con ese síntoma, que se puede atribuir a suelos muy alcalinos.

Este es también el caso de otras plantas que necesitan suelos levemente a muy ácidos, como el jazmín del Cabo, azaleas, rododendros y hortensias azules. Esto se debe a que la planta no puede absorber el nitrógeno (que es lo que da el color verde) porque la excesiva alcalinidad le bloquea la absorción de otros nutrientes que van unidos al nitrógeno.

A mí me ha dado un excelente resultado espolvorear azufre en la superficie del suelo e incorporarlo con una leve carpida... con el agua ese azufre se trasforma en ácido sulfúrico y acidifica el suelo por largo tiempo. También ayuda agregar preventivamente vinagre de vino al agua de riego para plantas en maceta: un vaso grande por cada diez litros de agua alcanza.