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Meritocracia y profesionalismo

En materia de rol del Estado, Dilma adhiere al mismo postulado con que gobernó Lula: "Reforzar su capacidad ejecutiva y ejecutora para universalizar el saneamiento, mejorar la seguridad pública, la vivienda y las condiciones de vida de la población, entre otros temas". Opina entonces que en función de esos objetivos su gobierno apuntará a:

* Adoptar mecanismos de gestión interna nuevos y modernos, que instituyan el monitoreo, las audiencias y herramientas adecuadas de control, capaces de simplificar la maraña actual de exigencias que se imponen cuando uno quiere hacer algo en Brasil. No habrá obras si no simplificamos los procesos haciéndolos absolutamente transparentes. Sólo así podremos controlar las inversiones y, al mismo tiempo, promover la universalización de los beneficios, haciendo viables las obras que dependan intrínsecamente del Estado y las que deben ser hechas en sociedad con el sector privado.

* Infraestructura. Entre nuestras tareas están: la universalización de las cloacas, de la toma y tratamiento de agua; las guarderías, las unidades de salud y de atención de urgencias, la seguridad pública, el combate contra las drogas, las ferrovías, las autopistas, la hidroelectricidad.

* Es fundamental perfeccionar el Estado para dar ese próximo paso, incluso porque el sector privado ya está modernizado y es competitivo. Hoy el sector privado es eficiente porque sobrevivió a los innumerables planes económicos del pasado. Y el que sobrevivió se hizo más fuerte, más competitivo. Consolidar la meritocracia y el profesionalismo en el Estado es fundamental para dar ese nuevo paso. En el gobierno de Lula recuperamos varios instrumentos de planeamiento, como en el caso del área energética; conseguimos recomponer lo que se había perdido por medio de la empresa de Investigación Energética. Pero en el área de transporte, por ejemplo, es necesario avanzar más todavía con la articulación de diferentes variantes.

 

(Del libro "Brasil, entre el pasado y el futuro", Emir Sader y Marco Aurelio García, editorial Capital Intelectual. La opinión está en una parte del libro donde es entrevistada por diversos cientistas políticos)



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