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Una alegría para Boca
Fue muy superior a Quilmes, le creó innumerables opciones de gol pero sólo pudo hacer uno, que le alcanzó para ganar.

Boca venció anoche en La Bombonera a Quilmes (1-0) al cabo de un partido que lo tuvo como protagonista casi exclusivo dada la escasa presencia ofensiva del equipo visitante, el cual pareció resignado a su suerte a lo largo de los noventa minutos.

En el primer período, Boca marcó diferencias muy claras en el juego y pudo haberlo definido, pero no acertó en ninguna de sus llegadas.

En el segundo, cuando las acciones se habían equilibrado, llegó el gol que finalmente le dio la victoria al equipo que más hizo por conseguirla.

Boca fue amplio dominador del primer tiempo frente a un Quilmes que perdió la pelota con rapidez y además dejó muchos espacios en el fondo, por lo que al conjunto de Roberto Pompei le faltó un mínimo de precisión para aprovechar algunas de las seis oportunidades claras que tuvo.

A los 4 minutos, un pelotazo de Fabián Monzón dio en el travesaño; a los 12, después de un centro de Matías Giménez que peinó Monzón, Christian Cellay llegó muy forzado solo frente al arco visitante y remató defectuosamente.

A los 17, Hernán Galíndez en gran intervención desvió un derechazo cruzado de Cristian Chávez. Un minuto más tarde cabeceó Martín Palermo y la pelota fue al techo del arco.

Sobre la media hora, Galíndez rechazó un remate de Sergio Araujo que llegaba solo por el medio y a los 41 de nuevo el arquero visitante salvó, esa vez con el pie, frente a otro disparo del juvenil delantero Xeneize.

Mientras tanto, Javier García no tuvo trabajo en toda la etapa. En la segunda parte, Boca perdió profundidad, comenzó a desordenarse y Quilmes pasó a compartir la posesión de la pelota sin que hubiera prácticamente aproximaciones a las áreas.

En los primeros 25 minutos hubo una sola escena digna de mención y fue consecuencia de una mala salida de Galíndez ante un centro de Monzón, pero Araujo sólo pudo conectar el balón con su espalda, por lo que la ocasión se desaprovechó.

A los 27, se produjo el gol en una acción en la que Palermo recibió de Araujo y tocó para la llegada de Gary Medel, Galíndez tapó arrojándose a los pies del chileno y el rebote le quedó a Erbes, quien, valiéndose de que el arquero Cervecero había quedado descolocado, desde fuera del área puso el 1-0.

En lo que quedaba por jugar, sólo hubo dos llegadas más de Boca y las dos las resolvió Galíndez, el mejor de su equipo, primero ante un remate de Araujo a los 41 y después en el tiempo agregado frente a Pablo Mouche.



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