El Parlamento Europeo pidió esta semana que se prolonguen las ayudas europeas a las industrias no competitivas del sector del carbón más allá del 2014, como está previsto inicialmente por Bruselas, y que éstas alcancen al menos hasta el año 2018.

El pleno de Eurocámara en Estrasburgo formuló la petición para que las subvenciones lleguen al menos hasta el 31 de diciembre del 2018.

Bruselas no desea que se siga subvencionando la producción no competitiva de ese mineral más allá del 2014. No obstante, algunos socios europeos como Alemania presionan para que las ayudas se prolonguen hasta 2018.

Berlín necesita, no obstante, el voto unánime del resto de 26 socios comunitarios para que su iniciativa de frenar la actual propuesta de Bruselas salga adelante.

La petición fue aprobada por 453 votos a favor, 184 en contra y 16 abstenciones, según fuentes parlamentarias en Estrasburgo.

No obstante, la decisión final compete a los ministros de Industria de la Unión Europea (UE), que se reunirán en un Consejo ad hoc antes de finales de este año.

Según datos de Bruselas, el sector proporciona trabajo a más de 90.000 personas en toda Europa, a pesar de que es un mineral en progresivo abandono al ser una fuente muy contaminante en favor de las energías renovables como la eólica o la solar.

El pasado 6 de octubre, la Comisión Europea reafirmó su posición de no conceder ayudas al sector europeo del carbón más allá del 2014, al considerar que se trata de un mineral contaminante, costoso de extraer y en progresivo proceso de declive ante energías más limpias.

A pesar de que el comisario de Energía de la UE, el alemán Günther Oettinger, dejó entrever en una entrevista publicada por el periódico germano "Bild" que podría estudiarse una eventual extensión de la ayudas hasta 2018, Bruselas aseguró que no contempla esa posibilidad.

El pasado 29 de septiembre, la Comisión Europea dio su visto bueno a las ayudas del gobierno español al sector del carbón, que en España resulta especialmente caro, aunque las limitó hasta diciembre de 2014.

Las organizaciones ecologistas como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se oponen a cualquier ayuda europea al carbón.