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La emoción hecha música
El "Chango" Spasiuk vuelve a la región, esta vez para presentarse .en conciertos gratuitos en Rincón de los Sauces, Plaza Huincul y Neuquén.

Eduardo Rouillet

 

En el marco del Ciclo Cultural de Fundación YPF llega a Rincón de los Sauces, Plaza Huincul y Neuquén uno de los máximos exponentes de nuestra música, con un recital de canciones de su último trabajo editado en Argentina, "Pynandí", y otras de sus discos anteriores.

Horacio "Chango" Spasiuk tocará su acordeón Anconetani acompañado por Sebastián Villalba en guitarra y voz, Marcos Villalba en cajón, percusión, guitarra y voz; Víctor Renaudeau en violín y viola, Heleen de Jong en chelo (sólo en el concierto del domingo en Neuquén) y Marcelo Dellamea, guitarrista invitado. "Pynandí", octavo compacto de su carrera, que significa "los descalzos", tuvo una muy favorable repercusión entre el público en Buenos Aires, así como en distintos escenarios del país y el extranjero. Se destaca la reciente presentación en el Pabellón Argentino de la Expo Shanghai 2010.

El "Chango" -Premio Atahualpa 2010, Figura del Año Solista Instrumental- es de Apóstoles, capital nacional de la yerba mate, en el sureste misionero, casi a medio camino entre el sur de Brasil y Paraguay, donde conviven, fusionadas, comunidades originales mbya-guaraní y criollas con colectividades extranjeras arribadas a principios del siglo pasado -como la ucraniana, a la que pertenecían sus abuelos-.

El hombre es particularmente sensible, reflexivo, dueño de una mirada cada vez más profunda y precisa sobre la vida, la música y sus sabores.

"No hay que ser músico para experimentar eso. Nos han enseñado que la música es algo que sólo se tiene que percibir con el oído físico. Hay otro tipo de oídos y el corazón, como dicen algunos maestros, no es un pedazo de carne que late sino otra cosa", dice el "Chango" a "Río Negro". "Entonces -continúa- saborearla no es paladear con la boca sino una sensación y, como tal, se relaciona con el mundo emocional de cada uno según cómo se la reciba y resuene en lo que llamamos corazón. Uno habla con palabras sobre un lenguaje en el que ellas transmiten apenas la superficie, pero hay que usarlas del mejor modo posible. Y hay cuestiones metafóricas que ayudan a acercarse a la idea".

-A la imagen que se forma en tu interior, al tocar y jugar con tus emociones, tu mundo interior...

-Es que son tan amplias las direcciones hacia donde uno puede ir? Lo bueno es saber que la música no es un fin sino justamente una herramienta para andar en esas posibles direcciones. Pero cada uno tendrá su necesidad; algunos transitarán por el recuerdo de lo vivido y otros por vivir con más intensidad en el lugar donde ahora está parado. La música es un útil para estar más atento, que significa menos distraído. Tampoco me corresponde decir para qué es o cómo se debe usar, pero sí me siento a compartir de qué manera la uso yo, qué sentido tiene para mí. Así que es un buen punto de partida.

Es habitual en el "Chango", cuando dialoga, cuando da entrevistas, su precisión en el uso y la elección de los términos con que se expresa. Sus gestos, sus miradas recorriendo el espacio en que habitan las ideas, indican un ejercicio respetuoso, cuidadoso de la palabra, así como de los sonidos cuando toca.

(Ríe) "No me he estudiado tanto. Yo no me veo como los demás me ven. En este caso, vos. A veces me da un poco de miedo la mirada ajena. Pero todo sirve para aprender. Cuidar la palabra es necesario porque también es una herramienta increíble, y hay quienes la usan bien y es tan movilizador observar cómo lo hacen, cómo construyen un montón de cuestiones con el lenguaje. De mí depende dónde elijo quedarme, qué tomo de todo lo que nos rodea para mi modo de vida, dentro de mis posibilidades. En ese todo que prefiero no está sólo lo que escucho, lo que leo, cuando me detengo a ver cómo usan otros el lenguaje.

-En tus obras recientes jugás más con lo tímbrico. Te seduce tanto como lo rítmico o la precisión en la ejecución. Usás el chelo, la viola, el violín, instrumentos de percusión de peculiar sonido como el udú (*)...

-La diferencia entre este momento, entre este disco y los demás, es que siento que tocar mi música no es lo que hago con el acordeón. Es todo lo que está sonando. Y yo me siento bien con él tanto como con lo demás que suena. Lo otro es tan importante como lo que sale de mi instrumento. Me siento bien con la suma de todos esos elementos. De ahí la importancia de lo tímbrico, la combinación de esos colores sonoros que rodean al acordeón, que no juega el papel más importante sino el que le cabe en la construcción colectiva. Ya mi sueño de ser un acordeonista virtuoso hace mucho tiempo que quedó en el camino. Yo escucho a (Richard) Galliano o a (Raúl) Barboza y me encanta lo grandes instrumentistas que son, pero no es ése mi camino. Pasa por la composición y lo que suena colectivamente... y mi elección, por lo que uso para sonar, porque en algunos temas hay más preponderancia de las cuerdas, en otros de la percusión, en otros del acordeón mismo. Mi expresión está en la suma de todos esos elementos y yo pongo mucha energía en eso, una cosa que me pone bien.

-¿Escribís todas las partituras para tus compañeros?

-No, hay mucho trabajo de juego y error, de prueba y error. Puntualmente en "Pynandí" muchos arreglos fueron escritos por Popi Spatocco, de cuerdas solas, violín y chelo. El concepto general es de trabajo colectivo y, por supuesto, con todas mis ideas?

(*) El udu es un instrumento de percusión de origen africano fabricado con arcilla y piedra por los pueblos igbo y hausa de Nigeria. En su

lengua "udu" significa "paz" o "vasija". En realidad es un jarrón de agua con un segundo agujero tocado por mujeres con fines ceremoniales.

 

Los recitales gratuitos

Rincón de los Sauces: hoy, a las 22, en el polideportivo de Sarmiento e Yrigoyen. Las localidades  se retiran dos horas antes en la boletería.

Plaza Huincul: mañana, a las 21, en el Museo Municipal Carmen Funes, en Ruta Nacional 22 y Ruta 17. Localidades gratuitas hasta agotar la capacidad de la sala.

Neuquén: domingo, a las 20, al aire libre en Vuelta de Obligado.



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