Después de tres años de pausa, ha vuelto. El cantautor y adulador que mejor entiende a las mujeres, James Blunt, regresa con su nuevo álbum: "Some Kind Of Trouble", que ya salió a la venta.

Su primer single, "Stay The Night", ya se sitúa en el puesto número cuatro de las listas de éxitos. A mediados de febrero comenzará una gira por Europa.

Blunt, de 36 años, habló sobre su evolución musical, sobre Ibiza, la presión del éxito y los recuerdos de su infancia en Alemania.

-Su nuevo álbum, especialmente su nuevo single, suena mucho más alegre que su música anterior. ¿Qué ha ocurrido?

-Sí, es cierto, mi música anterior era más lenta y reflexiva. Ahora está más llena de energía. Creo que con el tercer álbum, que estaba lleno de temas melancólicos, la gente tuvo suficiente. Y tampoco a mí me apetecía volver a hacer lo mismo. Antes me retiraba y escribía solo canciones tristes. El nuevo álbum surgió en colaboración con un buen amigo. Lo pasamos genial y creo que eso se escucha.

-Para el disco anterior se encerró un invierno entero en su casa de Ibiza. ¿Cómo trabajó en este?

-Me tomé un tiempo, estuve en Londres, hice cosas totalmente normales y pasé ratos con los amigos. Vivir la vida en su cotidianeidad es emocionante. Recuperé la ligereza y la despreocupación, que me recordaron a mi adolescencia. Y así surgió un álbum ochentero, que trata de las ganas de vivir. En aquella época creíamos que podíamos hacer cualquier cosa. La imagen del bebé volando en la carátula del disco simboliza esa ausencia de culpa y esa libertad.

-Como soldado en Kosovo conoció el lado más oscuro de la vida. ¿Qué aprendió durante ese tiempo y cómo influyó esa experiencia en su música?

-Ver a las personas en guerra es una experiencia terrible. Uno aprende que nos parecemos más a los animales de lo que creemos. Esas sensaciones las plasmé después en algunos temas, como "No Bravery", de mi primer álbum, o "Same Mistake" y "I Really Want You" en el segundo. Pero hace ocho años de mi etapa como soldado y me alegro de que entre tanto hayan sucedido muchas otras cosas y haya acumulado nuevas experiencias.

-Sus dos primeros álbumes se situaron en el número uno de las listas de éxitos en varios países. ¿Se siente presionado ante las expectativas que suscita?

-Mi discográfica seguro que desearía un nuevo número uno. Y en cuanto a mí, he tenido mucha suerte con mis discos hasta ahora; en ese sentido, no necesito el éxito. Por supuesto, sería estupendo si funcionara, pero yo hago música por pasión. Por eso, si me dices que mi música no te gusta nada, a mí no va a dejar de gustarme. En mi opinión he escrito temas muy fuertes, pero lo que ocurra a partir de ahora no está en mi mano.

-De niño vivió durante un tiempo en Alemania, ¿cuáles son sus recuerdos más potentes?

-Viví cerca de Soest (en el oeste del país). Nuestra casa daba directamente a un lago. En verano se podía hacer vela y windsurf y en invierno el lago solía helarse y patinábamos o jugábamos al hockey. Es un rincón muy hermoso. En aquel entonces tenía nueve o diez años y fue una época emocionante.

(DPA)