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Cipo durmió y se dejó empatar
El Albinegro ganaba 2-0 y en dos minutos Villa Mitre se lo igualó, cuando el partido ya terminaba.

CIPOLLETTI (AC).- Fue empate pero dolió como una derrota. Cipolletti (19) tenía todo controlado, ganaba 2-0, pero se durmió en el final del partido y Villa Mitre (15) lo igualó.

La imagen del epílogo del encuentro con los jugadores cabizbajos, fue el reflejo de la amargura que significó haber dejado pasar una inmejorable chance de quedarse con el clásico ante los bahienses y acortar distancias con Brown de Madryn (27) que ayer empató. De todas maneras logró preservar el lugar de único escolta porque Unión de Mar del Plata (16) también igualó.

El partido fue muy pobre futbolísticamente, pero el local tuvo las mejores chances para quedarse con el triunfo, sobre todo en el complemento.

El primer tiempo fue para el olvido. Ninguno de los dos pudo armar juego y abundaron los pelotazos.

Cipolletti apenas llegó un vez con peligro. Fue sobre los 25 cuando Bruno Weisser envió un centro desde la izquierda al punto penal, Ezequiel Petti anticipó a su defensor, pero el remate se fue por encima del travesaño.

Cuando se iba la etapa Villa Mitre se quedó con uno menos cuando Pablo Borges le entró fuerte a Nahuel González y el árbitro le mostró la roja.

Para el segundo Cipolletti salió más enchufado y enseguida Berra fue bien atorado por el arquero tras un gran pase de Weisser en cortada.

El volante neuquino tuvo revancha una jugada después cuando a la salida de un tiro de esquina y una serie de rebotes, mandó la pelota al fondo de la red con un potente remate al primer palo.

A partir de ahí contó con varias chances para liquidarlo ante un Villa Mitre que tenía pocas ideas, pero nunca se entregó.

Marcos Carrasco puso el 2-0 de cabeza sobre los 39 y parecía historia terminada, pero el árbitro lo expulsó porque entendió que "cargó" a la hinchada visitante en el festejo. Fue el presagio de lo que se vendría.

Sobre los 43 y tras una falla defensiva del local, el veterano Martín Carrillo aprovechó para anotar el descuento.

La desconcentración se apoderó del equipo de Yorno que no hizo nada para evitar un minuto después que el mismo delantero definiera por abajo del cuerpo de Raúl Ruiz y estampara el 2-2, que pareció demasiado premio para el visitante, pero es sabido que el fútbol no vive de merecimientos, sino de goles.



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