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Insaciable demanda de China crea una "fiebre de hierro" en Brasil | ||
RÍO DE JANEIRO (DPA).- Brasil vive hoy una "fiebre" por el mineral de hierro, alimentada por la insaciable demanda de China, cuyas importaciones le están asegurando al gigante sudamericano el mantenimiento del superávit en su balanza comercial pese a la fortaleza del real, que impulsó las importaciones y frenó el ritmo de las exportaciones. Empresarios locales y extranjeros transfieren su dinero a Brasil para adquirir pequeños yacimientos de mineral de hierro, dispuestos a invertir elevadas sumas y esperar hasta siete años para empezar a producir y pasar a formar parte de un mercado que hasta la década pasada era poco atractivo, pero que se convirtió en objeto de codicia gracias a la disparada en los precios del commodity. En los últimos meses, el magnate brasileño Eike Batista -el octavo hombre más rico del planeta, según el ranking de la revista "Forbes"- firmó contratos de asociación con la siderúrgica china Wuhan Iron and Steel Corporation (Wisco) y con la SK Networks, en un intento de ampliar su participación en el millonario mercado del mineral de hierro. La estrella de este mercado es el gigante Vale, una estatal privatizada en 1997 por 3.000 millones de dólares y que en poco más de una década se convirtió en la segunda más grande empresa de minería del planeta, con un valor de mercado que en septiembre último llegaba a 246.500 millones de dólares. Vale es responsable del 70% de la producción brasileña de mineral de hierro y fue la más beneficiada por el salto en las cotizaciones internacionales del producto, que desde el inicio del siglo pasaron de 20 a 140 dólares por tonelada gracias a la demanda china que, según los expertos, tiende a mantenerse al menos en el futuro cercano. "A lo largo de los próximos 15 años, se estima que 350 millones de chinos saldrán del campo hacia las ciudades. En el ambiente urbano, esas personas viajarán en metro, cruzarán puentes, comprarán casas, automóviles y heladeras. Todo esto consume mucho acero -y cada tonelada de acero demanda 1,5 toneladas de mineral de hierro-", apuntó el diario "O Estado de São Paulo" en un reportaje sobre el tema. Brasil tiene alrededor del 7,1% de las reservas mundiales de mineral de hierro, calculadas en 370.000 millones de toneladas. Ello ubica al país sudamericano en un modesto quinto lugar en el ranking mundial -superado por Ucrania, Rusia, China y Australia-, pero la diferencia es la calidad de las reservas brasileñas, que poseen un tenor promedio del 56,1% de hierro. Ello vuelve al país sudamericano sumamente atractivo para empresarios del sector y atrae a inversionistas de varias partes del mundo, pese a que la explotación de mineral de hierro es un proceso largo y caro a raíz de la necesidad de infraestructura para transportar el material hasta los puertos para desde allí ser exportado a los países de Asia, que responden por más del 70% de la demanda mundial. La "fiebre" del mineral de hierro está en plena actividad: según el Instituto Brasileño de Minería (Ibram), las inversiones en este sector llegarán a 39.000 millones de dólares en los próximos años. Según cálculos del presidente de Vale, Roger Agnelli, las reservas brasileñas son suficientes para 200 años por lo menos. Según el presidente del Ibram, Paulo Camilo Vargas, sin embargo, la "fiebre" actual sólo se mantendrá mientras existan las condiciones favorables: "Entre el descubrimiento de un yacimiento y el inicio de la operación se tarda, en promedio, siete años. ¿Será el escenario el mismo dentro de siete u ocho años?", se preguntó. La posibilidad de una retracción de la demanda internacional también preocupa al gigante Vale, que en su último informe a los accionistas advirtió que "un desarrollo económico desfavorable en China podrá provocar un impacto negativo en nuestro ingreso, flujo de caja y rentabilidad". La analista económica Miriam Leitao, del diario "O Globo", opinó que Brasil debe empezar a prepararse desde ahora para un futuro que podrá ser mucho menos brillante para el sector de minería. "Mientras China esté consumiendo minerales, los precios seguirán elevados. Pero es importante recordar que los chinos están invirtiendo mucho en África para intentar disminuir su dependencia de Brasil. Por esto, debemos prepararnos para el futuro, porque el escenario actual no se mantendrá para siempre", dijo la experta al mencionado periódico.
DIANA RENEE DPA |
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