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La vigencia del leasing, un contrato de alquiler con opción de compra
En el 85% de los casos se destina a pymes y en el 15% restante, a empresas corporativas. Para los próximos años se prevé el desarrollo del mercado de individuos.

Originado en Estados Unidos a principios de la década del 50 del siglo pasado, el leasing es un contrato de alquiler con opción para comprar bienes de larga duración y precios elevados. Responde a operaciones mayormente financieras donde una entidad -un banco o una sociedad-, denominada "el dador", que por lo general no tiene stock de bienes, los adquiere ante el pedido de un cliente -el "tomador"- para ofrecerle alguno por un período pactado durante el cual tiene el uso y el goce del mismo contra el pago de una cuota mensual -el "canon"- y que al concluir con todas las cuotas está en condiciones de ejercer la opción de compra. Si lo hace le transfieren la titularidad; de lo contrario, debe concretar la devolución.

En la Argentina, esta operación se rige por la ley 25248, sancionada en el 2000. Antes, la 24441 de Financiamiento de la vivienda y la industria de la construcción, la regulaba y tipificaba en ciertos artículos.

En la Asociación de Leasing de Argentina (ALA) señalaron la existencia de los siguientes:

? Financiero. Prevalece, en este caso, la intención del "tomador" de adquirir el bien tras cancelar el último canon.

? Operativo. El "tomador" afronta cánones más bajos y, consecuentemente, una opción de compra más alta, y resulta protegido de la obsolescencia tecnológica.

ALA, con más de once años de trayectoria y que nuclea a 26 "dadores", comprobó -con datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA)- que la evolución de la cartera tuvo su "pico" de 4.150 millones de pesos en el 2008. A su vez, Pablo Borakievich, presidente de la entidad sectorial y gerente del área del BBVA Banco Francés, pronosticó para este año entre 4.000 y 4.500 millones destinados en el 85% de los casos a pequeñas y medianas empresas (pymes) y en el 15% restante a empresas corporativas. En los próximos años se prevé el desarrollo del mercado de individuos.

Si un cliente ejerce la opción de compra, significa que encaró la operación desde el "momento cero", o sea que puede financiar hasta el 100%. Además, tiene ventajas fiscales ya que los contratos permiten la amortización en un período menor al que necesitaría la empresa para incorporarlo a sus activos, con lo cual disminuye el impacto del gravamen a las Ganancias. Por otro lado, aporta el Impuesto al Valor Agregado (IVA) con cada canon, evitando el pago total al inicio, contra un crédito fiscal que puede ser muy grande para las firmas que no están en condiciones de compensarlos. Con el leasing, los flujos se reparten de una manera más acorde con los repagos que producen los propios bienes.

Una máquina adquirida por leasing, por ejemplo, al momento de hacer los pagos proporciona beneficios a la empresa por contribuir al incremento de la producción y al ahorro de energía por disponer de mejor tecnología. Incluso los cánones se repagan con la utilización del propio bien.

ALA establece las categorías de los contratos conforme a sus montos. Si se revisan, la participación por tipo de bienes es la siguiente: transporte y logística, 52%; equipos industriales, 17%; maquinaria para la construcción, 10,4%; maquinaria agrícola, 6,4%; inmuebles, 4,5%; tecnología y comunicaciones, 4,3%, y otros, 5,1%.

Cuando se compara la participación del leasing en el financiamiento al sector privado con la de otros países, el resultado es muy bajo, pese a que antes del 2000 se hacían operaciones sin que se ajustaran a una norma. La ley 25248 entró entonces en vigencia, pero desde ese momento sólo hubo un ciclo económico positivo, que empezó en el 2004 y se prolongó hasta la crisis financiera internacional desencadenada en Estados Unidos.

El leasing, a diferencia de otras financiaciones, está ligado a los ciclos de vida de los bienes que cubre, por lo que siempre constituye una operación de mediano a largo plazo. Frente a cualquier situación crítica, estas últimas son las que primero restringen los "dadores", que principalmente son los bancos, financiados mayormente con pasivos de corto plazo que, en promedio, no superan los 45 días. Hasta ahora casi no hubo financiación por oferta pública.

El sector fue analizado desde dos perspectivas por la consultora Banca & Riesgo (B&R):

1.- Considerando el mercado corporativo, sobre todo por sus beneficios frente a otras fuentes de financiamiento (préstamos prendarios, por ejemplo). El leasing es una alternativa considerada exitosa en diversas industrias, proyectos y bienes como el agro, la tecnología y el transporte.

2.- Abordando el mercado de individuos, en el que el leasing es un negocio por desarrollar. Esto, sobre todo, si se observa el sistema como competidor de alternativas que los clientes prefieren (planes de ahorro y préstamos prendarios y personales).

Actualmente existe una demanda más selectiva y una mayor competencia entre las entidades líderes. Además, los impactos de factores endógenos (el recordado conflicto entre el gobierno nacional con representantes del sector agropecuario) y exógenos (crisis financiera internacional) modificaron las políticas de riesgo crediticio de los grandes operadores.

Tomando en cuenta la incidencia del leasing en el total del financiamiento privado, en la Argentina fue del 3,7%, superior al de México (3%) e inferior al de Chile (10%) -el mercado con mayor penetración en la región- y Brasil (4%) y muy distante del de Estados Unidos (30%), Canadá (25%) y Alemania (22%).

En cuanto al volumen global del mercado, el más importante a nivel regional es Brasil, con el 35%, seguido por Chile, 22%; México, 14%; Colombia, 13%; Perú, 7%, y Argentina, 3%. Las pequeñas y medianas empresas son las que más utilizan este sistema para financiarse, pero las proyecciones de B&R indicaron que, aunque en forma leve, las grandes empresas tendrán un rol más activo en este año.

"El leasing es la más poderosa herramienta de financiación de largo plazo para acompañar la incorporación de bienes de capital, pagando por su uso con lo producido por los mismos -subrayaron en The Capita Corporation-. En ocasiones, una conclusión posible es que la vida útil de estos bienes resulta cada vez más corta. Por lo tanto una financiación que considere, desde el momento inicial, esta condición resulta crítica".

Por eso recomendaron tener en cuenta "lo que puede representar la obsolescencia tecnológica y facilitar la constante actualización".

 


"La esperanza de vender más autos en el país…"


Después de que concluyera el "plan canje" lanzado en 1999, el Senado de la Nación votó la ley del leasing el 10 de mayo de 2000. Automotrices y concesionarios vislumbraron posibilidades para que más personas accedieran a vehículos nuevos (y a máquinas y herramientas).

Ford, Mercedes Benz y Toyota fueron las primeras terminales en impulsar el leasing automotor, el "alquiler con opción a compra" hasta entonces aprovechado sólo por las grandes empresas. La operatoria comenzaba cuando el interesado se llevaba el vehículo en alquiler sin entregar un anticipo y comprometiéndose a pagar el "canon" o cuota del plan elegido, de entre 24 y 48 mensualidades. Entre las ventajas para el destinatario estaba -está- el no tener la obligación de abonar el total del Impuesto al Valor Agregado (IVA) como debería hacerlo si adquiriera un automotor en efectivo o con una prenda. Otro de los beneficios tiene que ver con el pago del gravamen a los Bienes Personales, ya que la metodología evita dar un salto de categoría por no ser el usuario titular del bien.

Pese a que la unidad se entrega a los pocos días de la transacción, mientras el usuario abona las mensualidades sigue sin ser su dueño, pero sí es el responsable por los eventuales daños que pudiera ocasionar. Al finalizar el contrato decide si se queda con ella o no. De hacerlo, las cuotas pagadas se consideran como las de un préstamo prendario. En el caso de no cumplir, la empresa de leasing puede quitarle la unidad y multarlo. Acepta, también, que el cliente canjee el automotor pagado en cuotas por uno nuevo.

La tasa de interés en el leasing fluctúa del 15 al 18%, a lo que se adiciona lo estimado por el desgaste. La financiación cubre el 70 o el 80% del valor del vehículo y la parte "residual" u "opción de compra" se abona al final del préstamo si el usuario opta por ser el propietario. Es una diferencia importante frente a un crédito prendario, por la que comúnmente se paga al comienzo del 20 al 30% del precio del vehículo.

"Las ventas financiadas ocupan un lugar importante", según Dante Álvarez, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). "Antes del 2000 el 70% de las mismas se efectuaba bajo esa modalidad -evocó-, en el 2002 disminuyeron al 30% y en mayo pasado ascendieron al 38%", apuntaladas por las cuotas fijas sin interés. Incluso consideró el leasing como "la esperanza de vender más autos en el país y mantener el boom de la industria", teniendo en cuenta que "en la Argentina se vende sólo el 1% con este sistema; en Estados Unidos, el 20%; en Europa, el 28% y en Brasil, el 38%".
Para que el leasing funcione a pleno, en Acara reclamaron que los gravámenes se dedujeran de Ganancias, como ocurre en otras partes, y la reforma de la ley vigente.

En la Federación de Asociaciones y Cámaras del Comercio Automotor de la República Argentina (Faccara) coincidieron en que las ventas financiadas crecieron durante este año e interpretaron que no están relacionadas únicamente con la franja de la población con mayor poder adquisitivo o las empresas dispuestas a renovar sus flotas sino con las opciones destinadas a los particulares. Acara señaló que tales operaciones subieron al 51% en el 2010, con meses en los que superaron el 80% como consecuencia de la financiación de las terminales, que treparon el 165%, seguida por la de los bancos y los planes de ahorro.

Este año el leasing cuadruplicó el del 2009, de acuerdo con Pablo Borakievich, gerente del área del BBVA Banco Francés y presidente de la Asociación de Leasing de Argentina (ALA).

En PSA Finance Argentina, además del leasing para las empresas, ofrecieron a los usuarios acceso a vehículos de alta gama.

 

MIGUEL ÁNGEL FUKS



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