Eduardo Rouillet

Tras las presentaciones de la Sinfónica Patagonia de la Universidad de Río Negro en Viedma, Patagones y Luis Beltrán, del 8 al 10 de octubre ante más de dos mil quinientos espectadores, y antes de partir a Basilea, Suiza, donde conduce la Orchestre Symphonique du Jura, el director Facundo Agudín dialogó con "Río Negro" y le contó sobre la posibilidad de hacer una película con la Sinfónica recorriendo la Línea Sur.

El repertorio de las despedidas del año incluyó: 5ª sinfonía de Ludwig van Beethoven, Suite Nº 1 de la ópera Carmen de Georges Bizet, Intermezzo de la ópera Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, Danzas Rumanas de Béla Bartók y Malambo, danza final del Ballet Estancia de Alberto Ginastera.

"Para mí es un enorme placer trabajar con una orquesta de jóvenes. Cuando la universidad me pidió reflexionar sobre una Facultad de Música para Bariloche, yo me tomé un poco de tiempo y les propuse construir una orquesta de formato un tanto inédito a nivel regional donde pudiera audicionar chicos dos o tres veces por año, cuando estoy en Argentina, de todas partes de Río Negro y tomar contacto con jóvenes rionegrinos que están desarrollando estudios avanzados en otros sitios. El modelo de funcionamiento que les presenté fue configurar un plantel fijo de estudiantes y yo contratar para la universidad, para dos bloques anuales de actividad, unos veinte solistas de los conjuntos más reputados del país", cuenta Agudín, ya en Buenos Aires.

"El programa comenzó en octubre del 2009 en el Alto Valle, continuó en abril en Bariloche y El Bolsón y en la segunda semana de octubre fueron los conciertos de Viedma, Patagones y Luis Beltrán. Con el nivel que la orquesta está adquiriendo dirijo de la misma manera que con músicos profesionales. Te diría más: cuenta con un aspecto positivo y vivificador, una gran alegría dentro, un dinamismo, una energía vital enorme. Esta estructura flexible de trabajo muy acelerado y muy intenso, y de tiempos muy breves, cada concierto provoca una especie de bomba musical y hace que funcione casi como si fuera de rock, de pop. Y la novedad de tener una gran orquesta sinfónica en ciudades donde no es frecuente oírla ayuda a que muchísimo público siga sus presentaciones. La Sinfónica tiene ya un tamaño tal que no podemos tocar más en iglesias o salas de centros culturales, porque no cabemos.

-¿Cómo trabajan mientras no estás en Argentina?

-Estamos modificando y perfeccionando esa parte de la tarea a través de series de tres días de ensayos por pupitre. Lo hemos hecho durante dos fines de semana para las cuerdas con sesiones de lectura de partes en junio y agosto, a cargo de una joven de General Roca, Lucía Couto, y de Luis Salva, de Bariloche (ambos violinistas). Con ellos estoy en contacto todo el tiempo porque estudian en la Academia de Música de Basilea. Sinfónica Patagonia es un programa de formación en práctica orquestal dentro de la estructura de Extensión Universitaria de la UNRN. Y va a seguir esa línea. No se va a transformar en una orquesta de puestos asalariados mensualmente. Ahora, sí está evolucionando esa escala. Cada vez audiciono más chicos, llaman más rionegrinos o patagónicos que viven en otras partes del mundo, se enteran del proyecto y quieren venir a tocar. Profesionales del más alto nivel conocen su existencia y les gustaría que los invitásemos? de momento, han colaborado de la Filarmónica de BA, la Sinfónica Nacional y la orquesta del Argentino de La Plata y como refuerzos hemos tenido de las orquestas de Neuquén y Bahía Blanca. En los tres últimos conciertos contamos con Cecilia Muñoz, flautista argentina de mi orquesta en Suiza, y el violín solista napolitano -residente en Basilea- Giovanni Barbato. Las salas tienen que cambiar, la logística, el transporte. Tal vez debamos contratar algunos guías más. De no haber tenido cuatro chicos enfermos, hubiésemos sido ochenta y dos músicos.

-Existe el proyecto de recorrer con la orquesta la Línea Sur en tren. ¿Cómo se está armando?

-Pablo Bohoslavsky, secretario de Docencia, Extensión y Vida Estudiantil, me dijo que le gustaría mucho que la Sinfónica Patagónica recorriera la meseta en el tren y diera conciertos. Yo les contesté: acepto si hacemos una película. Estamos tomando las decisiones para tener los mejores socios posibles y desarrollarlo. Espero que pueda implicar a la televisión nacional (Canal 7). Aún está en etapa de proyecto... yo viví en Bariloche de niño, lugar al que retorné siempre. Cuando Pablo me habló de esta posibilidad, enseguida me imaginé varios directores de cine con los que quisiera hablar. Hay una cuestión humana y geográfica misteriosa, de imagen fílmica, que me interesa muchísimo. Sería la oportunidad de contar una historia que aún no se ha contado, que se llamaría algo así como "La Orquesta del Desierto".