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Reparto justo y polémica
Godoy Cruz y River igualaron 2 a 2, y un gol anulado a Funes Mori en el cierre, calentó el clima.

El final fue a todo vértigo, con polémica y sofocones en ambos arcos, pero el saldo de la igualdad en dos tantos entre Godoy Cruz y River, puede considerarse justificado. El Millonario mostró a un recuperado Mariano Pavone, que hizo uno de los goles y tuvo parte de responsabildad en el otro; mientras que los mendocinos volvieron a demostrar que juegan bien al fútbol y que tienen a un distinto como David Ramírez.

El primer cuarto de hora fue para medirse, estudiarse detalladamente y sacar conclusiones. En esa labor se les fue casi toda la primera parte y las emociones en los arcos no aparecieron. El Tomba, fiel a su estilo, intentó hilvanar jugadas coordinadas y a ras del piso y cuando lo consiguió tuvo algo de profundidad.

De todas formas, River estuvo bien parado en el fondo, Ferrari y Arano generalmente desactivaron las arremetidas de Jairo Castillo por las bandas y el local sólo se iluminó cuando el balón anduvo en el pie zurdo de Ramírez.

El Mago aprovechó una mala salida de Arano sobre los 38, le robó el balón pero le pegó muy mal.

Nada hacía prever la apertura del marcador, y menos del equipo de Ángel Cappa. Pero fue el Millo quien pegó primero, y fue con un blooper: a los 41, Roberto Pereyra tocó en el borde del área para Pavone, el Tanque forcejeó, tocó el balón, que pegó en el palo y después fue impulado al arco por el defensor tombino Leonardo Sigali. Un 1-0 algo inmerecido.

A la vuelta de los vestuarios el local se plantó bien arriba en el campo y no dejó dudas de que iría por la ´revancha´. Y si el gol de River tuvo mucha de (mala) fortuna, el de Godoy Cruz fue una maravilla, para ponerle un cuadrito. Fue a los 7, cuando en una contra tras un corner mal ejecutado, tomó el balón Ramírez atrás de la mitad de la cancha, puso quinta velocidad y ninguno de los cuatro defensores pudo darle caza y venció a Carrizo.

Era mejor el equipo del Turco Asad, pero volvió a golpear River, cuando, a los 18, el Burrito Ariel Ortega levantó un centro, un defensor local cabeceó en contra de su arco y habilitó a Pavone, que llegó antes que Torrico para gritar su segundo gol en este Apertura.

¿Partido liquidado? Para nada, porque en la cancha estaba Ramírez, que sobre los 33 sacó otro conejo de la galera y le metió un pase delicioso a César Carranza para que clave el 2-2.

En el final los dos tuvieron sus chances y terminó con polémica por un gol anulado a Funes Mori.



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