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La poda de la glicina

La glicina florece sobre la madera del año anterior. Hay dos tipos de poda, la de floración hay que hacerla en invierno (una única intervención) y en verano (podas cada 15 ó 20 días es lo ideal).

En invierno, las ramas principales originan dos tipos de formaciones:

(a) Ramas cortas, llamadas brindillas coronadas, que llevan en el extremo una yema de flor que dará lugar a una inflorescencia. Estas no se cortan.

(b) Ramas largas de varios metros, de las que sólo las yemas de la base dan flores. Estas se cortan a unos 30 a 50 centímetros de la base. Esto favorecerá la formación de brindillas.

En verano, tiene por objeto mantener la planta en buena forma (que no se "pìante") y, principalmente, incentivar la formación de ramitas jóvenes de donde saldrán las flores al año siguiente. Para ello, se cortan cada tanto todas las nuevas ramas largas a una longitud de unos 50 centímetros respecto al origen (5 hojas). Se sigue así todo el verano y se aprovecha también para cortar los pedúndulos de las flores viejas muy cerca de su origen, pero teniendo cuidado en no cortar el brote.

En el fin del invierno también se hace una poda de limpieza, suprimiento las ramas secas, entrecruzadas, chupones, etc. Haga esta poda con prudencia, porque si es muy intensa no dará flores hasta pasados algunos años. (Abajo, forma de enroscarse y ejemplo de poda de una glicina china).



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