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Cuando la democracia fue invasión
El libro "Discutir Alfonsín" -de Siglo XXI- explora, con un núcleo de académicos argentinos de sólida trayectoria intelectual, el inicio de la transición a la democracia.

Catalina Smulovitz lo señala en el prefacio y sólo cabe acordar: "La ilusión del momento fundante". Así define esta catedrática de larga trayectoria en el campo de las ideas políticas argentinas el significado del retorno a la democracia.

Impecable a la hora de desmenuzar aquella expectativa con que el país empujó rumbo a algo que quizá no tuviera muy en claro, pero sí tenía en claro hacia dónde no se quería volver, Smulovitz señala: "Es probable que no sea posible fundar un nuevo régimen sin una ilusión ambiciosa que haga olvidar la magnitud de las dificultades que se enfrentan. Los momentos fundacionales están gobernados por la omnipotencia de la voluntad y, para reinar, ésta requiere que creamos que los obstáculos pueden ser dominados. El ´entusiasmo democrático´ de 1983 no sólo nos permitió creer que podríamos domesticar los problemas de la Argentina sino también que el orden político podía recrearse desde la nada".

Y entonces, en el marco de ese imaginario de crear algo tan complejo como un sistema político, teniendo como telón de fondo los condicionantes de esa ilusión, cada investigador que da forma a "Discutir Alfonsín" desmenuza el andar de aquel gobierno, sin verdades excluyentes.

"Discuten y elaboran algunos de los legados y algunas de las políticas que se intentaron en esos años. Tienen en cuenta las marcas de la época, pero no dejan de valorar los logros y desaciertos del período a la luz de la difícil gestión que impusieron los problemas que se enfrentaban. Saben que sólo así -al considerar las restricciones y no sólo las expectativas- es posible evaluar cómo la política del período consiguió transitar ese tramposo desfiladero caracterizado por ambiciones excesivas, pero también por restricciones desmesuradas".

El libro es ajeno a concesiones rápidas, fáciles a Raúl Alfonsín.

Pero en cada uno de los temas que aborda -la cuestión militar, la política sindical, el protagonismo en el campo del derecho, su complejo deambular en la economía- emerge con mayor o menor fuerza un legítimo reconocimiento a mucho de la gestión de aquel mandatario. Aun en el campo de las contradicciones en que incurrió por precaria evaluación de recursos y poder propio -fracaso del proyecto de reforma sindical, por ejemplo-, esos complejos derroteros y sus resultados son evaluados más como consecuencia de déficit de percepciones que de carencia de ideas.

Así va y viene un sustantivo rescate de la inmensa voluntad que se volcó desde aquella administración por la renovación política. Una aspiración aún en curso, pero que "Discutir Alfonsín" reflexiona desde una singular y sólida calidad de investigadores.

 

CARLOS TORRENGO

carlostorrengo@hotmail.com



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