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Relanzamiento del
Nueva embestida oficial para reposicionar al Estado como protagonista. Las promesas están ancladas en los valores y las necesidades cotidianas de los habitantes.

Finalmente la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) presentó su anteproyecto de "Plan estratégico territorial del Bicentenario", que sintetizó -según reconoció- el proceso iniciado en el 2004 durante la gestión de Néstor Carlos Kirchner, como titular del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Lo concibió como un proceso de construcción federal de consensos, conducido por el gobierno central y apoyado en los trabajos participativos de los gobiernos provinciales y sus respectivos equipos técnicos.

La formulación en aquel año, se hizo a partir de la bautizada como "Política nacional de desarrollo y ordenamiento territorial". Con la creación de la Subsecretaría de Planificación Territorial de Inversión Pública, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (Miplan), se tuvo en cuenta "una realidad caracterizada por la desigualdad entre zonas dinámicas y zonas marginales del país, agravada por los procesos de destrucción del aparato productivo, explotación indiscriminada de recursos naturales y aumento de la brecha entre ricos y pobres resultantes de las políticas neoliberales de las últimas décadas". Hasta se editó el documento "Argentina 2016: política y estrategia nacional de desarrollo y ordenamiento territorial", con definiciones sobre lo previsto y cómo encararlo y análisis de "antecedentes y experiencias contemporáneas", locales y extranjeros.

Con el relevamiento e identificación de la dotación de infraestructuras y equipamientos necesarios para garantizar el desarrollo de la Argentina en el mediano y el largo plazo, se retomó la planificación estatal con la visión anclada en los valores y las necesidades cotidianas de las personas.

Con estos dos enfoques se consideró que podría definirse "un conjunto de metas competitivas desde el punto de vista económico, inclusivas desde el punto de vista social, equitativas desde el punto de vista político y sustentable desde el punto de vista ambiental".

Dos lineamientos se tuvieron en cuenta en el 2004:

? "El derecho de todos los habitantes del suelo argentino a tener garantizadas buenas condiciones para vivir y desarrollar sus actividades productivas con independencia de su lugar de residencia".

? "La necesidad de construir un Estado sólido capaz de anticiparse a las demandas de inversión en el territorio".

Los tres objetivos planteados en aquel momento, fueron:

? Mejorar y sostener el crecimiento de la producción en forma equilibrada, mediante la construcción de infraestructura y equipamiento.

? Garantizar el acceso de la población a los bienes y servicios básicos, promoviendo el desarrollo equitativo de las regiones y el arraigo de sus habitantes.

? Contribuir a la valorización del patrimonio natural y cultural a través de una gestión integrada y responsable.

El 7 del actual se confirmó que fueron necesarios más de seis años para definir los "principios rectores de la política del gobierno nacional en la materia", lapso durante el cual se relevó e identificó la citada dotación de infraestructura y equipamiento necesarios.

Lo curioso fue que se intentó explicar que "no constituye un producto en sí mismo sino un proceso de pensamiento estratégico en constante actualización" y que actualmente se puso en marcha la etapa de revisión de los "modelos deseados" y ajuste de las "carteras de proyectos de infraestructura establecidas por las provincias, para luego elaborar una nueva síntesis a nivel nacional". Llegó a evocarse que CFK presentó el "Avance I 2008" el 17 de marzo de ese año, cuando simultáneamente se creó el Consejo Federal de Planificación y Ordenamiento Territorial (Cofeplan), como corolario del trabajo conjunto y a partir de la movilización institucional de los equipos técnicos provinciales.

No obstante, la constitución efectiva del Cofeplan data de diciembre del 2008 y sus integrantes manifestaron "la pertinencia de una ley de carácter federal, que regule los procesos de producción de todo el territorio nacional según principios comunes que promuevan la equidad del desarrollo".

Al anunciar el anteproyecto de marras, CFK se jactó de que "será debatido en foros a lo largo del país" para que no sea "una política de un gobierno sino una política de Estado".

De paso, publicitó que "nadie, honestamente, puede negar lo que el gobierno ha hecho en estos años", convencida de que "nunca se invirtió en la Argentina lo que se invirtió en intervención territorial" en los pasados siete años.

Julio De Vido, titular del Miplan, destacó que en el país "siempre existió planificación, pero a veces ésta se hizo desde afuera, siguiendo las políticas que dictaba el Fondo Monetario Internacional". El que tanto tiempo requiere para implementarse contempla obras de infraestructura en marcha y futuras y será elevado como proyecto de ley para su aprobación.

 

tradición peronista

El más influyente de los funcionarios nacionales -no conforme con sus responsabilidades, avanzó sobre algunas de la Cancillería a través de delegados- aseguró que "se está retomando una de las mejores tradiciones del peronismo, como fue la elaboración del segundo plan quinquenal 1954-57", que apuntaba, en su opinión, al desarrollo de la industria pesada en el país. No recordó el primero de Juan Domingo Perón, como tampoco el trienal de su tercera gestión, el quinquenal urdido por Carlos Saúl Menem y los encarados por otros gobiernos o la gravitación que tuvo el Consejo Nacional de Desarrollo (Conade).

CFK aprovechó para mencionar lo que se hace en materia de agua potable y redes cloacales; no se privó de citar la obra hidroeléctrica La Barrancosa-Condor Cliff, en el río Santa Cruz, en etapa de licitación; Chihuido, en Neuquén; Atucha II (prometió su puesta en marcha para el año próximo y encarar Atucha III y el reactor nuclear argentino Carem); un acueducto en la provincia de Santa Fe; autopistas y autovías, y se le ocurrió agregar el "Plan agroalimentario 2010-2016", para el cual se convocaron a todas las regiones, sectores y universidades para "discutir, precisamente, uno de los ejes más dinámicos que tiene la Argentina" y que tiene como "pilar central la agregación de valor de los recursos que producimos en su lugar de origen, ya que estamos convencidos acerca de la necesidad de reequilibrar el país".



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