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Volvió el goleador
Martín Palermo hizo los tres tantos en el triunfo de Boca sobre Colón (3-1) en La Bombonera.

Martín Palermo siempre será discutido. Sus condiciones técnicas siempre estarán bajo cuestión. Pero Martín Palermo tiene una respuesta que siempre es la misma: el gol. Ayer, convirtió tres que pudieron ser cuatro porque mandó un penal por arriba del travesaño cuando el partido aún estaba 2-1. Boca ganó finalmente 3-1 a Colón, suma diez puntos y queda a cinco del líder San Lorenzo.

Ayer en La Bombonera se enfrentaron dos equipos que se paran de la misma manera: 3-4-1-2. Más acostumbrado Colón a jugar de ese modo con Antonio Mohamed, fue Boca en cambio el equipo que se adueñó del juego.

Con Pochi Chávez de número "10" y Clemente (derecha) y Escudero (izquierda) abriendo la cancha, pero sobre todo con Battaglia, acaso el mejor jugador del partido, Boca le llegó más y mejor a Colón. La idea de Higuaín fue un rotundo fracaso.

A los tres minutos, Viatri mandó cerca del palo izquierdo una linda volea. A los siete, Escudero tampoco estuvo fino en la definición. A los 22, una vez más recibió Escudero, esta vez en velocidad por el callejón del ocho, pero su definición se fue apenas desviada. Y a los 27, Caruzzo cabeceó un córner desde la derecha, que Pozo sacó con reflejos al córner. Todo era de Boca... pero el gol fue de Colón.

A los 41 minutos, Moreno y Fabianesi aprovechó un error de Medel al querer dominar la pelota y marcó el inesperado desnivel para Colón.

Boca reaccionó rápido y lo empató a los 46. Caruzzo, el líbero, pudo lo que no pudieron ni Escudero ni Chávez: poner un pase-gol a Palermo. El Titán quedó cara a cara con Pozo y le picó la pelota.

Y tan rápido como lo empató, Boca lo pasó a ganar. A los cuatro del complemento, Palermo mató de pecho un pelotazo cruzado de Clemente, se sacó de encima a Candia y ajustició a Marcos Díaz, que un minuto antes había reemplazado al lesionado Pozo.

Todo el segundo tiempo fue de Boca. Dominó el juego, pero no lo definió. Ni siquiera a través de un penal, que Palermo mandó por encima del travesaño. Boca jugó peligrosamente con la mínima diferencia hasta que a los 39 Palermo cerró el partido.



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