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No será un paseo o un parque más. Y si bien la memoria es un ejercicio cada vez más presente, tampoco será un lugar destinado exclusivamente al recuerdo.
El Paseo de las Abuelas, un proyecto que con el correr de los años se acoplará a las raíces de la ciudad, su historia y su presente, es más una mirada al futuro, con la esperanza de sumar cada vez más árboles: uno por cada nieto que recupere su identidad.
El Paseo fue presentado a fines de agosto y todavía es un proyecto. El objetivo es que comience a tomar forma en los primeros días de octubre, para cuando se espera la visita de Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas.
Ese día se plantará el primer árbol y, según comprometió la titular de la asociación civil, será un acto que se repetirá cada vez que un nieto descubra su origen.
Para David Lugones, secretario de Derechos Humanos y Sociales del municipio de Neuquén, el paseo será también un símbolo del "reconocimiento de la ciudad" a la "incansable lucha de Abuelas por recuperar a sus nietos".
La visita de Carlotto es un respaldo expreso al proyecto. La representante de Abuelas lo confirmó desde el Congreso, el día en que se presentaron las nominaciones locales para impulsar la candidatura de la asociación al premio Nobel de la Paz.
Carlotto garantizó que "cada vez que recuperemos un nieto vamos a ir a Neuquén a plantar un nuevo árbol".
La memoria, como en parte de la historia del trabajo de las Abuelas, estará presente en el parque.
"Es un símbolo de la lucha por mantener viva la memoria de lo que ocurrió en el país durante la última dictadura militar", expresó Lugones el día de la presentación del proyecto.
El actual funcionario municipal planteó que también existe, en Derechos Humanos, una historia local a recordar.
"En esta ciudad, la defensa de los Derechos Humanos no pasa inadvertida", afirmó, más como militante y referente, y se ocupó de traer al presente "a aquellos que han luchado por la plena vigencia de los Derechos Humanos, como el ex obispo Jaime De Nevares; la APDH, en la figura de Noemí Labrune y las Madres de Plaza de Mayo".
El espacio elegido se encuentra a las puertas de la ciudad. En los primeros metros de calle Primeros Pobladores, no en su numeración sino desde el acceso desde Cipolletti, sobre un antiguo terreno ferroviario.
Contará con áreas para el esparcimiento, esas que tanto hacen falta en distintos puntos de la ciudad. Desde el punto de vista paisajístico, las especies que se plantarán serán combinadas de modo que el paseo ofrezca distintas imágenes según las épocas del año, colores otoñales o flores primaverales, según se planificó.
Por los tiempos lógicos que lleva el crecimiento de un bosque, más aún cuando se trata de uno artificial, pasarán años hasta que el parque se transforme en lo que se pensó. Casi un paralelismo del esfuerzo y la dedicación de Abuelas, que el 30 de abril de 1977 comenzaron a marchar cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, en la histórica plaza porteña, y a más de 30 años de ese día siguen trabajando para reconstruir la historia perdida.