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Sumar "agro" a la educación es su desafío
Toma el legado de sus padres en un colegio secundario. .Sueña con que las empresas aporten a la formación.

Incluso en los territorios más llanos existen pasos en que la ruta asciende primero a una cima para luego descender a un valle revelando nuevos paisajes. La mayoría de esos pasos no son ni tan altos ni tan espectaculares. Pero algunos otros suelen presentarse diferentes, trascendentes, que constituyen verdaderas divisorias.

Pasos de este último tipo son los que está dando Sonia Diniello (33), quien tras mucho andar desde los 18 años -por Buenos Aires, Europa, Paraná, en este orden- volvió a su ciudad para "tomar el legado de mis padres". Lo dice feliz, con serenidad.

Egresada de la UCA en Tecnología en Alimentos y con un postgrado en Educación Superior está ahora abocada a insuflarle nuevos bríos al secundario agrotécnico del Instituto Nuevo Siglo, que este fin de año contará con los primeros egresados en esta orientación, tanto desde la docencia como de la gestión educativa.

Si bien su madre aún sigue teniendo una vitalidad envidiable, Sonia percibe y entiende que ella le plantea "un amoroso traspaso generacional". Y a esto, admite ella, "no le esquivo porque me pone orgullosa". Se da en el momento justo de su vida donde está segura que "tiene mucho para dar, sobre todo en está área, la de la educación desde el agro".

Sonia sabe que este 2010 los argentinos pisan fuerte en el sector del agro mundial no solo por la tradición, las condiciones climáticas, el suelo y lo que se produce sino también por el know how. Los profesionales egresados del agro, a nivel secundario, terciario y universitario son buscados también desde el exterior porque suelen estar a la vanguardia en materia de innovación. En este contexto, "¿cómo no vamos a aportar a que siga con total vigencia el secundario agrotécnico que creó mi madre, acá en Roca?".

A fin de año egresa la primera promoción con la formación de técnico agrícola, en Nuevo Siglo. "Ellos y nosotros -los docentes y directivos- acabamos de obtener una calificación excelente de la consultora Halkis, quien auditó nuestro bachillerato. Además, los chicos, en sus pasantías en galpones de empaques de la región y en el INTA lograron buenísimas notas", enfatiza con orgullo Sonia. Por ello se pregunta: "¿cómo no se van a sumar firmas frutícolas -galpones, exportadoras, frigoríficos- a nuestra escuela?". Dice que entiende que en un comienzo hayan sido algo renuentes a ser partícipes de este proyecto pero que hoy, seis años después de performance, los resultados son por demás alentadores. Con sus padrinazgos y esponsoreos, "las empresas del ámbito productivo pueden consolidar aún más este espacio de formación de jóvenes que están dispuestos a volcar todos sus saberes en una mejor economía regional".

"¿Estaré pidiendo mucho"?, desafía. "Saldré a buscar respuestas. De mi madre heredé esto de no darme por vencida nunca; de mi padre, gestionar con transparencia y pasión. Es así que puedo asumir este compromiso", asegura Sonia, instalada definitivamente desde hace pocos meses en Roca. ¿Las razones de la vuelta, más allá del legado?

* Me contagió el regreso de tantos amigos y compañeros de mi edad que una vez formados, adquiridos conocimientos y andados por el mundo decidieron concretarse como personas y profesionales aquí. Este fenómeno de "la vuelta" se está dando recién en los últimos cuatro o cinco años. Me fascina que ocurra.

* La medida de la ciudad es ideal, tanto para ser mamá y profesional al mismo tiempo.

* La ciudad está bella, dinámica y segura.

* Tengo a toda mi familia acá. ¿Hacía falta algo más para volver? No quiero perderme Roca, como protagonista y espectadora al mismo tiempo.

Siempre existirán pioneros, líderes de cambios, que ejercerán atracción en muchos por esa convicción de que la realidad se puede mejorar y que ellos lo harán sí o sí. Sonia es una de esas personas. (H. L)



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