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La vida que fue y que viene...
En un edificio reciclado el Museo de Ciencias crece. Con música, paseos y otras propuestas, invita.

En un edificio que estuvo abandonado por muchos años en una de las zonas más verdes del centro roquense, el Museo Patagónico de Ciencias Naturales dio nueva vida a la esquina y poco a poco se impone en la vida local como un nuevo centro cultural.

Cine, música, títeres, paseos guiados por la institución, incluidos los laboratorios y la sala para chicos de jardín donde está "prohibido no tocar", son algunas de las acciones con las que los encargados del museo intentan acercar a los roquenses a la naturaleza propia del lugar.

"La idea es ir imponiendo el museo como centro cultural con bandas de jazz, tango y proyección de películas para invitar al público a conocerlo", explica Pablo Chafrat, actual tesorero y quien coordinada las distintas actividades que allí se realizan.

En este sentido cuenta que comenzó el ciclo de cine en el que se proyectan, en una primera instancia, películas vinculadas a la temática ambiental como "Home", "La verdad incómoda" o "Heredarás el viento", ya que el proyecto surgió del departamento de Educación Ambiental.

"El museo está departamentado -explica Pablo- y dentro de la educación ambiental la idea es ver cómo el museo puede empezar a interactuar con la gente de distinta manera. También nos propusieron armar un ciclo de títeres con temáticas ambientales, como el cuidado del medio ambiente, para salir a las escuelas y que el museo empiece a tener otra relación con la gente".

La llegada de la primavera es el momento ideal para retomar el ciclo de música que comenzó a realizar la institución el año pasado. "En verano empezamos esta experiencia en el patio. Hacíamos el ciclo "Música a cielo abierto" y proyectábamos en pantalla gigante documentales y fotografías de áreas protegidas de Río Negro con mensajes. La idea es que la gente se encuentre con la muestra del museo y con el mensaje conservacionista del museo de que tenemos que proteger el medio ambiente", agrega el profesional.

Por ahora, y mientras llegan los días más cálidos, los espectáculos se realizarán los fines de semana en el auditorio del edificio donde se podrá disfrutar de ciclos de jazz, música clásica, flamenco o tango. En ese mismo ámbito se realiza el ciclo de charlas donde se abordan también distintos temas de la materia.

 

Área de estudio

"Además de tener la muestra y de tratar de ser un centro cultural, el museo es un centro de investigación -agrega Chafrat-. Tiene investigadores de distintas ramas de las Ciencias Naturales como la herpetología, que es el estudio de los reptiles. El libro de reptiles que publicamos es el primer esfuerzo de varias instituciones conjuntas. Estamos trabajando mucho en paleontología. Hay geólogos y paleontólogos nucleados acá que trabajan para entender el pasado y estudiar los fósiles que tenemos. Estamos estudiando los dinosaurios y los otros animales que aparecen junto con ellos, toda la fauna que vivió durante el período cretáceo en la provincia".

"En conjunto con los investigadores de la Universidad Nacional de Río Negro estamos trabajando con los fósiles de la Antártida -sigue Chafrat-. Este museo tiene la colección más grande de Sudamérica en fósiles de Antártida. Ahí hay varias líneas de investigación: se está trabajando con los invertebrados, almejas y caracoles, con los animalitos que perforaban las conchillas de estos animales... Hay varias líneas de investigación que se nuclean acá".

Al mismo tiempo, las instalaciones reciben a los casi 150 alumnos de la Universidad de Río Negro de las carreras de Geología, Paleontología y Profesorado en Ciencias Naturales. "Es una experiencia muy interesante porque los chicos no sólo usan permanentemente la muestra del museo que es fija sino que también interactúan con los profesionales y los técnicos. Hay varios de los chicos de la universidad que están participando del laboratorio de preparación de fósiles del museo. En el verano, cuando el museo empiece las campañas de exploración en la provincia, también se va a invitar a alumnos de la universidad a que participen de los trabajos de campo. Entonces el perfil del alumno va a ser distinto al de cualquier otra universidad que esté dictando la carrera", aclara Chafrat.

 

Zona de producción

 

Poco a poco, el museo también se anima a producir o editar material de divulgación científica en diferentes formatos.

"Ahora Canal 10 nos ofreció un espacio para la fundación del museo -sigue Pablo- para difundir temáticas ambientales y divulgación científica de trabajos que vayan saliendo no sólo de la fundación sino también de los resultados científicos a nivel mundial. También vamos a empezar a hacer spots publicitarios en Canal 10 y estamos trabajando para que la fundación empiece a hacer sus propios documentales para, el año que viene, ver si podemos transformarla en una mini productora que haga documentales referidos a ciencias naturales o a problemáticas medioambientales de la provincia".

Producir libros también está como objetivo. "Ya empezamos con la serie editorial. El primero fue "Reptiles de Río Negro" y ya estamos escribiendo el segundo libro. Carlos Chevez, un biólogo muy importante en el país, Jorge Nori, que es el presidente actual de la fundación y que tiene una base de conocimiento muy grande en ornitología, y una persona más están escribiendo el número dos que es "Aves de Río Negro". Ese libro, con la misma calidad que el de reptiles, va a ser publicado antes de que termine el año y es un aporte muy interesante para la provincia".



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