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Jardines y parques que dan identidad
El autor propone un nuevo concepto en espacios verdes. .Las exitosas experiencias en grandes ciudades.

Mirando algunas de las más hermosas ciudades del mundo, resulta innegable la importancia que tienen los jardines y parques en la conformación de sus identidades, ya que no sólo involucran aspectos específicamente estéticos -que indudablemente apor-tan belleza y diseño- sino que también proponen determinados usos, relaciones y formas en las que el espacio es aprovechado, que otorgan a la ciudad una expresión única a través de la interacción entre lo estético y lo funcional. Así, espacios verdes como el Central Park de Nueva York, Hyde Park en Londres o El Retiro en Madrid, entre tantos otros, exhiben de manera paradigmática este entrelazamiento, y el habitante de la ciudad puede allí encontrar lugares de esparcimiento cultural, deportivo, recreativo.

Las sociedades contemporáneas se enfrentan al desafío de preservar estos espacios, renovarlos e impulsar nuevas propuestas que satisfagan las actuales demandas.

Ante este desafío, los parques ya mencionados proponen distintos modelos de gestión y gerenciamiento donde el Estado convoca a corporaciones privadas para administrar parques y plazas que se encargan de hacerlos autosustentables.

Esta estrategia permite desarrollar ofertas recreativas y culturales únicas que promueven oportunidades para disfrutar, explorar y experimentar una vida más saludable y sociable, ofreciendo espacios para hacer caminatas o picnics en el parque, deportes, entretenimientos, proyectos educativos, servicio de seguridad, baños públicos modelo, concesiones que aseguran a los visitantes el acceso a alta calidad de gastronomía.

Ante espacios urbanos modelo como estos, se abren nuevas alternativas para recaudar fondos a través de las franquicias de negocios, alquileres de espacios para eventos públicos y privados, auspicios empresarios, etc. Estos recursos vuelven hacia la sociedad en formato cultural con festivales gratuitos de música, programas recreativos y gastronómicos en horarios de salida laboral, festivales de cine en verano, clases libres de yoga, torneos deportivos, fiestas de las distintas colectividades y muchos eventos más. Tales propuestas generan lazos de arraigo muy intensos en la población, a tal punto que los habitantes quieren dejar sus huellas en los asientos públicos y es costumbre el pagar por un banco colocado en su honor en el parque que tenga una placa dedicada a un amor, a la celebración de cumpleaños, de aniversarios o al recuerdo de un ser querido.

Son estos usos de los espacios verdes los que en mi opinión transforman al parque en una herramienta imprescindible para la vida urbana social, trascendiendo su naturaleza contemplativa, ya que los habitantes lo hacen suyo convirtiéndolo en un lugar de convocatoria y referencia.

Ajustándose a la escala y a las posibilidades de General Roca, encuentro viable y deseable la aplicación de este modelo a nuestra ciudad, en espacios urbanos vacantes como la vía del tren, o semirrurales como la ribera del río, que en sí mismos desbordan de encanto, los cuales de la mano del diseñador, planificador y gerenciador multiplicarían su poder. Creo que ésta podría ser una linda apuesta de arquitectura posible de impulsarse desde la política hacia nuestra ciudad.



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