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Flor de respaldo, Bichi | ||
Borghi necesitaba un triunfo y sus muchachos se lo regalaron. Boca fue superior a un deslucido Vélez. | ||
Boca jugó su mejor partido en lo que va del torneo, pero se durmió en los últimos minutos y Vélez casi se lo empata. El 2-1 para el xeneize es un respiro más que importante en tiempos caldeados, además de que bajó al Fortín de la cima de la tabla, ahora en propiedad del River de Cappa. Los jugadores de Boca entendieron que la mejor forma de respaldar a su técnico era adentro de la cancha. Y en apenas siete días, ese Xeneize timorato que cometió todos los errores habidos y por haber ante All Boys, se transformó en un conjunto agresivo, que trabó cada pelota con los dientes apretados y que buscó con insistencia el triunfo. Eso se vio en los primeros 45´ y por eso el local se retiró a los vestidores arriba en el marcador. Vélez no fue la máquina ajustada y precisa de siempre. Perdió en la "batalla" de la mitad del campo y nunca llegó a inquietar Lucchetti. Boca cortó los circuitos del medio con la dupla Battaglia-Medel y ensanchó bien la cancha, sobre todo por el lado izquierdo con Matías Giménez, que tuvo la primera a los 6, pero Favale no le cobró un clarísimo penal que le hizo Augusto Fernández. Presionando en los últimos metros, por los costados y buscando también en las alturas a Martín Palermo, Boca se acercó hasta los dominios de un Montoya que pasados los 10 le sacó un frentazo teledirigido al Titán, a los 19 le detuvo un disparo a Giménez, a los 35 le tapó un tiro a quemarropa a Battaglia y que a los 36 sacó de nuevo un cabezazo de gol -de Insaurralde- tras un córner, pero no pudo detener el toque a la red del ´5´ xeneize, que volvió al gol después de 10 meses. Poco y nada cambió en la etapa inicial. Sin ser una luminaria, pero con las cosas un poco más claras, Boca continuó ejerciendo superioridad en casi todos los sectores. De todas formas, el trámite del juego se tornó trabado, con mucha lucha y escasas ideas. Con Lucchetti como espectador de lujo, el local volvió a pegar con la misma fórmula: corrían 21´, Giménez ejecutó un tiro libre, Lucas Viatri cabeceó defectuoso, la pelota boyó de aquí hacia allá y volvió a los pies del ahora goleador xeneize que, en aparente off side, tocó al 2-0. Vélez era un alma en pena y hasta llamó la atención la preocupante desconexión que evidenció entre sus líneas. El equipo de Ricardo Gareca terminó superado y casi nunca puso en discusión la victoria de un Boca que todavía se muestra como un equipo en formación. Sólo el corajudo Silva tuvo la vergüenza como para intentar lo imposible. Por eso, cuando corrían 40 del ST, el calvo artillero dejó amurado al piso al Laucha Lucchetti con un frentazo que metió algo de temor en La Bombonera. Nervios que se disiparon después de que Cristaldo tiró la anteúltima bola de la tarde-noche a las nubes y de que Viatri casi batió su propio arco. Así, sufrido pero justo, fue el primer triunfo de Boca. |
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