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Neuquén: demanda de mano de obra en la construcción Se desploma
El empleo registrado cayó 39% desde 2007 .y Se perdieron 3.800 puestos de trabajo.

La provincia de Neuquén muestra una fuerte caída en la cantidad de trabajadores registrados vinculados con el sector construcción. Así lo detallan los últimos informes elaborados por el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), en los que se muestra que, desde el 2007 a la fecha, unos 3.800 obreros perdieron sus puestos de trabajo.

Las frías estadísticas confirman que hace algo más de tres años -mayo del 2007- la industria de la construcción declaraba en todo el territorio neuquino unos 10.279 trabajadores registrados. Hoy esta cifra sólo alcanza a 6.300 empleados, lo que implica una pérdida de casi 3.800 puestos de trabajo o, lo que es lo mismo, una caída del orden del 39% en el período mencionado.

Esta evolución muestra un comportamiento distinto al observado en la provincia de Río Negro y también respecto del registrado a nivel nacional.

En el primer caso, desde mayo del 2007 a la fecha la cantidad de trabajadores registrados creció 13%, a pesar de la importante demora registrada en el inicio de alrededor de 1.200 viviendas en toda la provincia que fueron licitadas el año pasado y cuya construcción todavía no comenzó.

A nivel nacional, existe una tendencia similar a la observada en Neuquén, aunque la caída es menos pronunciada. Los datos suministrados por el Ieric muestran un desplome en la cantidad de trabajadores en todo el territorio nacional del orden del 17% en el período de análisis.

Los números de la construcción, actividad dinámica por excelencia para el desarrollo económico de un país o provincia, indican que Neuquén sufrió un efecto negativo mayor al registrado a nivel nacional y el resto de muchas provincias del país.

Esto se corrobora tanto con la caída en la cantidad de trabajadores registrados como así también con la baja de la cantidad de empresas registradas en el instituto citado.

Es importante destacar que, a nivel nacional, el total de firmas ligadas a la actividad de la construcción (tanto constructoras como contratistas y subcontratistas) no varió entre los años 2008 y 2009, mientras que Neuquén registró una caída del 6% durante ese período. En el caso del 2010 respecto del 2009, en la totalidad del país el indicador cayó en un 11%, mientras que a nivel provincial se desplomó 16%.

 

Escenario

Se pueden encontrar distintas causas para esta tendencia que se viene registrando desde el 2007 a la fecha. La mayor parte de ellas provienen tanto del sector público como del privado. Para entender el impacto de la construcción en Neuquén y los efectos que puede generar una desaceleración de la actividad es importante dar a conocer algunos datos que se relacionan con el sector. Según especialistas, la obra pública hoy participa en Neuquén, aproximadamente, en la misma proporción que la obra privada. Sobre esta última señalan que alrededor de un 80% corresponde a trabajos provenientes del sector de petróleo y gas para la construcción de infraestructura necesaria para el desarrollo de esa actividad y que el 20% restante responde a la actividad privada de construcción de viviendas, entre otras.

Es importante tener en cuenta que la estructura productiva neuquina evidenció un cambio importante durante las décadas de los setenta, ochenta, noventa y en la actualidad (ver recuadro aparte). Durante los setenta, la actividad primaria (gas, petróleo, minería y agricultura) tenía una muy baja participación en la generación de riqueza, donde dominaba la actividad de la construcción. Esta última permitió sentar las bases para el posterior desarrollo del sector primario en la economía neuquina.

 

Factores explicativos

No es la intención de este trabajo crear una lista exhaustiva de los determinantes del desvío que registró Neuquén durante el período 2007-2010 respecto de la cantidad de trabajadores registrados cuando se los compara con la estadística a nivel nacional. Pero sí es importante plantear las principales causas que pudieron contribuir a esta situación.

Desde la actividad privada, la construcción edilicia, específicamente en la capital provincial, permitió aprovechar un importante impulso desde el año 2003 al 2005, período en el cual el aumento del tipo de cambio creó buenas oportunidades de negocios y desarrollo para el sector, acompañado todo este escenario por precios internos de los insumos relativamente bajos.

Este crecimiento se mantuvo hasta fines del 2007, cuando la actividad comenzó a registrar síntomas de debilitamiento producto del importante crecimiento de los costos internos en la construcción y de una economía que ya comenzaba a mostrarse agotada, lo que contribuyó a la caída del nivel de actividad que se manifiesta hasta la fecha.

Las expectativas sobre una recuperación de este segmento de la actividad están todavía muy lejanas. Para muchos especialistas en desarrollos inmobiliarios el boom 2003-2007 no volverá a repetirse en la región. La suba de costos no es compensada, en muchos casos, con los precios de venta de mercado que muestra el metro cuadrado en Neuquén.

Por el lado de los trabajos de construcción que se desprenden del sector de petróleo y gas, los mismos fueron víctimas del sistema impuesto por el gobierno kirchnerista desde el año 2004, el cual mantuvo alta la carga impositiva sobre los combustibles, tanto para el consumo interno como para el destinado a la exportación, que terminó definiendo precios regulados.

La presión que ejercieron estas medidas sobre la rentabilidad del sector desincentivó la realización de nuevas inversiones, lo que alimentó la retracción del nivel de empleo registrado durante el período de análisis y también contribuyó a mostrar una caída mayor que la evidenciada a nivel nacional por la importancia de la industria hidrocarburífera en la generación de puestos de trabajo en la provincia.

Desde los niveles de inversión pública neuquina, la coyuntura no favorece para revertir la situación descripta en las primeras líneas del artículo. El gobierno de Jorge Sapag se enfrenta, en el presente año, a un importante ajuste presupuestario en el que también involucra las partidas de obra pública. Estas últimas se vieron fuertemente reducidas para contribuir al "cierre" del presupuesto provincial para el año 2010. Además, este ajuste permitiría cumplir con los indicadores presupuestarios exigidos por Nación para el acceso a nuevos financiamientos dispuestos luego de la salida de la convertibilidad.

La obra pública provincial está siendo solventada hoy, en una gran proporción, con recursos que llegan de Nación. Muy pocos son los fondos provinciales que el gobierno orienta a la construcción. Los desequilibrios presupuestarios que muestra la administración Sapag sólo permiten sostener un presupuesto con bajas proporciones de erogaciones de capital.

La mayor parte de los fondos se destinan al pago de salarios públicos y al funcionamiento del Estado. Poco y nada queda para la obra pública.

 

Proyección

Argentina en poco tiempo más ingresa en un complejo año electoral.

Revisando la historia del matrimonio Kirchner al frente del gobierno nacional en estos últimos siete años, se puede aseverar que no escatimarán recursos públicos en pos de reposicionarse políticamente para las próximas elecciones. Esto, en términos de poder, significa que en poco tiempo más las provincias podrían comenzar a recibir los fondos por obras prometidas en estos dos últimos años y que nunca pudieron ser ejecutadas porque desde Nación no se realizaron las transferencias correspondientes.

Está claro que este futuro escenario no mostrará un cambio de tendencia sustentable en el tiempo sobre los niveles de actividad que muestra hoy la construcción en Neuquén. Será tan sólo una bocanada de oxígeno para el sector.

 

Un poco de historia

En la actualidad, la economía neuquina presenta una estructura económica basada en la actividad que se denomina primaria (los bienes y servicios primarios son aquellos que representan un estado de la naturaleza puro, recursos naturales que se extraen y que no involucran un proceso de modificación industrial en la primera venta), principalmente en el sector de explotación de minas y canteras, aunque es importante destacar que esta particularidad es propia de las últimas décadas.

Durante los años setenta la actividad de la construcción llegó a constituir, en la provincia de Neuquén, la cuarta parte del Producto Bruto Geográfico provincial (PBG), mientras que la explotación de minas y canteras (aquí está la producción de hidrocarburos) sólo representaba el 16% aproximadamente del total de la riqueza generada.
Este escenario ofreció las bases necesarias para que, durante los años ochenta y principios de los noventa, se desarrollara una economía orientada a la actividad primaria, caracterizada por el pleno funcionamiento de las grandes obras hidroeléctricas y el aumento de la producción hidrocarburífera. Esta última se vio fomentada por la desregulación y la privatización del sector, en los años 1991 a 1993, con la llegada del modelo neoliberal a la economía argentina.

En contraposición con los ochenta, toda la década de los noventa estuvo caracterizada por la liberalización de los mercados y estabilidad de precios. Esto definió que la provincia de Neuquén comenzara a depender de la actividad primaria, a pesar de las bajas cotizaciones del petróleo en el mercado internacional, que tocaron valores mínimos hacia fines de los 90. La desregulación del sector que habilitó la exportación del crudo permitió contrarrestar el efecto anterior y mantuvo la actividad en considerables niveles de producción.

El proceso de devaluación del año 2002 habilitó una mayor cantidad de perforaciones, estimuladas por una mayor competitividad registrada en los primeros años de la década del 2000, pero luego la intervención K hizo desplomar las inversiones y el nivel general de actividad.

A valores corrientes, según el Ministerio de Hacienda de la provincia de Neuquén, en el año 1993 el sector terciario representaba alrededor del 52% del PBG, mientras que la minería, el petróleo y el gas, en conjunto con el sector agropecuario, representaban el 36% de ese producto. Sin embargo en estos últimos años la serie registra una rotación de posiciones, donde el sector primario toma una participación de aproximadamente el 52% del Producto Bruto Geográfico.

La evolución del sector secundario se mantuvo relativamente estable durante todo el período, ya que en el año 1993, la contribución de la industria, electricidad, gas, agua y la actividad de la construcción era del orden del 12%, pasando a contribuir en los últimos años alrededor del 14%

 

Qué es el Ieric
El Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) es un ente público no estatal, constituido por la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), en las mismas proporciones, bajo control de tutela del Ministerio de Trabajo nacional. 


 

 

 

 



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