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Transmarítima: ¿punto de inflexión?
El concurso de la firma abre interrogantes en torno de la deuda que pesa sobre las empresas.

La evolución de la deuda bancaria en la firma Transmarítima Cruz del Sud fue clave para llegar a su concurso preventivo. En sólo dos años sus pasivos con el sistema se triplicaron al pasar de cerca de 3 millones de pesos en junio del 2008 a más de 9 millones en la actualidad. (Ver infografía)

Estos números no computan las deudas que la firma mantiene con los proveedores, acerca de la cual todavía no hay datos oficiales.

Transmarítima pide su convocatoria por varias circunstancias, entre ellas la imposibilidad de negociar la deuda que mantiene con el Banco Nación, uno de sus principales acreedores. (Ver infografía)

Cabe señalar que no todas las empresas del Valle están en una situación similar a la de Transmarítima y que el contexto actual no es el mismo de fines del 2001 para la fruticultura regional en términos de pasivos y deudas bancarias:

* Hacia fines del 2001 sólo el 20% de las deudas bancarias ligadas a la actividad estaba en situación 1 (normal con atrasos en sus compromisos de hasta 30 días). En el 2010, el 90% de los pasivos está en esa situación.

* En el 2001 los pasivos totales de las empresas con el sistema bancario representaban algo más del 30% del total de la facturación de sus exportaciones. Hoy este indicador no llega al 20%.

Esta estadística nos muestra que la situación del 2001 no es la misma que la del 2010. Sin embargo, esto no significa que la fruticultura esté pasando por un buen momento; todo lo contrario. Como se mencionó en la nota central de este suplemento, la distorsión de los precios relativos en la región quita competitividad a la fruticultura y los aportes de los bancos se vuelven claves para sostener el sistema.

Difícilmente se pueda mantener este escenario por mucho tiempo más.

(Redacción Central)



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