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Deseo y decepción
Independiente fue a Liniers a exhibir su fútbol, pero el aceitado juego colectivo de Vélez hizo la diferencia.

Había grandes expectativas para este nuevo Independiente de Daniel Garnero. Los refuerzos que llegaron a Avellaneda alimentaban la esperanza de un estreno feliz para el Apertura.

Pero se topó con Vélez, el equipo con menos incorporaciones de todos lo que compiten en el torneo. Por el contrario, el conjunto de Ricardo Gareca prefirió reafirmar la idea de equipo, un aspecto que quedó reflejado fielmente ayer en el José Amalfitani.

Vélez fue mucho más que Independiente, lo superó en todos los sectores de campo y debió sacar una diferencia mayor que el 1-0 final.

El Fortín tuvo un marcado dominio territorial durante la primera etapa. Generó mucho volumen de juego, pero le faltó precisión a la hora de definir, ya que tranquilamente se podría haber ido al descanso con una diferencia de tres goles de haber sido más contundente.

Entre Maximiliano Moralez, Juan Manuel Martínez y Emiliano Papa abrieron la defensa de Independiente una y otra vez sobre la banda izquierda y desde ese sector buscaron siempre a Silva, que aunque no tuvo la certeza acostumbrada, fue siempre peligroso.

El nuevo mediocampo del equipo de Avellaneda fue muy permeable, en parte por mérito del rival que marcó al diferencia en ese sector. Y una vez que Vélez se ubicó en terreno ajeno, a los defensores rojos les costó mucho frenar a los delanteros rivales.

Independiente apenas generó algún contragolpe de riesgo. Uno a los 9 con un buscapié de Federico Mancuello, que remató Germán Pacheco sin puntería. El otro llegó a los 36, cuando Pacheco quedó libre dentro del área, pero se demoró y un defensor rechazó al córner.

Vélez llegó mucho más. A los 11 un tiro libre ejecutado por Papa fue cabeceado por Silva, pero Adrián Gabbarini rechazó con lo justo. El uruguayo tuvo otra chance clara a los 13 hasta que a los 34 puso de cabeza junto al poste izquierdo un centro de Moralez y selló el 1-0 parcial.

La segunda etapa estuvo casi de más. Vélez siguió atacando, aunque no con tanta intensidad frente a un rival que casi no pudo agarrar la pelota.

El local mereció ampliar la diferencia, por ejemplo a los 10 minutos, cuando el Burrito Martínez juntó a toda la defensa visitante sobre la izquierda y habilitó a Moralez, pero el enganche se encontró con una excelente respuesta de Gabbarini.

Y a los 19, cuando se fue expulsado Julián Velázquez por doble amarilla, el partido se acabó. Los últimos minutos sólo sirvieron para ver a dos jóvenes figuras locales como Jonathan Cristaldo y Ricardo Alvarez.

Garnero intentó cambiar el rumbo e hizo ingresar a Facundo Parra y Patricio Rodríguez, pero siguió sin encontrarle la vuelta al partido y Vélez terminó ganando merecidamente.



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