Los smartphones están de moda, pero eso no quiere decir que estén al alcance de todos. No cualquiera está dispuesto a pagar más de 500 dólares por estos teléfonos con conexión a internet.

Sin embargo, una serie de fabricantes está sacando al mercado teléfonos menos caros. Ofrecen muchas menos ventajas que otros de alta gama pero incluyen los elementos básicos. Aquellos que quieran gastar menos de 300 dólares tendrán que aceptar compromisos "como la capacidad de expandirse añadiendo software", explica Michael Wolf, que prueba celulares para la organización de protección al consumidor Stiftung Warentest. Lo que hace especial un smartphone es la posibilidad de equiparlo con aplicaciones adicionales, conocidas como apps.

El hardware es otro handicap de los modelos más baratos. "No tienen WLAN o GPS", indica Markus Eckstein, de la revista "Connect". Tanto la cámara como la pantalla son de menor resolución. "Y el acabado de la carcasa no es tan elegante". El navegador es otro problema, según Wolf: "Los aparatos más baratos a menudo tienen navegadores que no pueden desplegar correctamente todas las páginas de internet".

Por otra parte, hay celulares multimedia accesibles y que tienen "casi" todo lo que llevan los smartphones. La clave para el usuario es definir bien sus prioridades a la hora de comprar.

NADINE HANTKE

DPA