BERLÍN.- Convertirse en un amigo virtual es lo más sencillo del mundo: sólo se requieren unos pocos clics, uno para el pedido, otro para la confirmación. Pero, por supuesto, no todo "amigo" on-line lo es también en el sentido estricto, si bien es posible que surja la verdadera amistad en la red.

"La amistad siempre es una relación de dos partes a largo plazo", afirma Horst Heidbrink, quien investiga el tema en la Universidad de Fern, Alemania. Añadir nuevos amigos en una red social no es sumarlos realmente sino que esas listas no son más que una especie de agenda electrónica.

"En vez de profundizarse, el término ´amigo´ está viviendo una dramática banalización", señala Heiko Ernst, editor de una revista de psicología. La moneda de cambio de esta nueva amistad son bits de información enviados y recibidos, pero la intimidad es difícil. Al fin y al cabo es muy complicado tener una relación estrecha con más de 50 personas. El psicólogo británico Robin Dunbar hace la misma observación. En un estudio que hizo se demuestra que la gente no puede procesar más de 150 relaciones a la vez. Pero on-line la calidad se ve sustituida pronto por la cantidad, señala el crítico cultural estadounidense William Deresiewicz en un ensayo titulado "Faux Friendship" (Falsa amistad).

Pese a ello, hay valor también en las relaciones de internet, para el blogger Sascha Lobo. Por ejemplo, porque la gente ya no necesita vivir cerca para tener un intenso contacto. Heidbrink cree que las relaciones sin presiones también son una ventaja, pues los encuentros no tienen que ser planificados y el contacto puede ser casi permanente. Lobo cree que las redes sociales pueden facilitar además el conocer gente. Es más fácil tener una sensación de cómo es una persona leyendo su perfil on-line que viéndola en una discoteca. "Todos pueden tener acceso a eso a través de un perfil". "Las similitudes y los intereses compartidos se reconocen más fácilmente o surgen a partir de entonces", dice Heidbrink. A veces internet reúne a dos personas que normalmente nunca se hubieran encontrado. Unas personas que intercambian pensamientos sobre su último viaje a Australia pueden descubrir una amistad, comenta Lobo.

Pero es importante mantener las relaciones de la web en su lugar, señala Lobo. Además de los amigos reales con los que uno además se contacta on-line, hay tres niveles:

* Amigos on-line con los que el usuario tiene contacto regular aun cuando no los conozca personalmente. "Éstos son amigos reales pero con los que uno se comunica vía internet".

* Los "amigos" que pueden estar en la lista o una comunidad con la que uno se siente conectado. Tienen el mismo nivel que los conocidos en la vida cotidiana. "Pero no necesariamente te ayudarán en una mudanza".

* Los contactos indirectos, a través de otros, lejanos.

No hay leyes fijas para las amistades on-line. Hay que ser conscientes de que los mensajes de estado que se escriben son accesibles tanto para la familia como para los amigos y contactos. Alguien que hable demasiado de sí mismo o escriba interminables mensajes puede hartar pronto a los demás. Y airear secretos on-line, advierte Heidbrink, "puede acabar pronto una amistad". Y ya no es posible recuperarla con un par de clics.

ANDREAS THIEME

DPA