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Sin barreras, en una ciudad unida | ||
Primer centro de día para personas con discapacidad severa en San Martín de los Andes, mucho más que el diseño de un proyecto. | ||
Materiales de la zona, texturas, colores, ventanales amplios, espacios luminosos, integración con el entorno, alta calidad en los servicios, y altos estándares en la construcción. Hasta aquí, lo habitual en la región. Pero ahora sumado al concepto de accesibilidad para todos. Este fue el desafío de los arquitectos José Ruta y Guillermo Ures cuando recibieron el pedido de la asociación civil Puentes de Luz para desarrollar el proyecto del primer centro de día para personas con discapacidad severa en la zona, que se encuentra atravesando trámites municipales, para comenzar la construcción de la platea en el mes de septiembre. Se trata de un proyecto especial, además, porque tanto para conseguir el terreno donde se realizará el edificio, como los fondos para la construcción del mismo, se apela a la participación y el apoyo solidario, mayoritariamente de vecinos y empresas, sensibilizados a través de eventos importantes como Aromas y Sabores de la Patagonia y Un Volcán de Superación (ver recuadro). Es decir, la mirada y el afecto de una comunidad estarán sobre el desarrollo del proyecto.
Accesibilidad
"En realidad hoy en día cualquier proyecto de arquitectura de acceso público debe proyectarse pensando que sea accesible y utilizable por todo tipo de personas con necesidades diferentes, ya sean personas con discapacidad, tercera edad, limitaciones motrices, sensoriales, u otras", afirma la experta Beatriz Pérez, quien asesoró a Ures y Ruta sobre detalles del desarrollo del Centro de Día de San Martín de los Andes, además de Sergio Fernández, asesor arquitectónico de instituciones que brindan servicios a las personas con discapacidad. Beatriz Pérez fue miembro de las comisiones redactoras de las leyes 22431 de Protección Integral a las Personas Discapacitadas y 24901 de Prestaciones Básicas para Personas con Discapacidad, y sus decretos reglamentarios. Además, y entre otras tantas actuaciones destacadas, Pérez es miembro del Comité de Discapacidad de la Sociedad Argentina de Pediatría, consultora de gobiernos latinoamericanos y docente de "Políticas y Prestaciones para Personas con Discapacidad", de la Universidad George Washington, de Estados Unidos. Pérez afirma: "La nueva concepción en arquitectura se apoya en el criterio de "Accesibilidad universal", es decir no limitar el derecho de nadie por las dificultades que pueda tener por su edad, discapacidad, limitaciones temporales, etc. Por ello es necesario que todo proyecto deba concebirse desde el criterio de que hay personas con necesidades diferentes, que no son sólo las motrices, como muchas veces se cree al hablar de las barreras arquitectónicas, sino de todo tipo".
El proyecto
Se trata de un edificio de unos 1000,03 metros cuadrados cubiertos, divididos en dos plantas, la baja de 479.23 m2, y la alta de 520.80 m2, diseñadas sobre un terreno con pendiente y acceso por dos calles. Los arquitectos decidieron aprovechar esta circunstancia para generar un edificio con dos accesos en diferentes niveles, uno desde el frente, y otro por atrás. El programa especifica tres sectores principales. En primer, lugar el Centro de Día propiamente dicho, conformado por aulas taller y sus servicios. En segundo lugar, un sector administrativo y de apoyo al Centro de Día. Y en tercer lugar, un Salón de Usos Múltiples (SUM), que permita ser utilizado independientemente del Centro de Día, para realizar actividades que hoy Puentes de Luz desarrolla en otros espacios cedidos, como son los talleres de danza inclusiva, de teatro o las jornadas de actualización en Discapacidad. José Ruta cuenta que "con estos parámetros, se planteó un edificio en dos plantas. En planta baja, con acceso desde la Ruta 48, se abre a una recova orientada al norte, que funciona como extensión de las Aulas Taller, para realizar actividades al aire libre". (Sigue en la página 6) "La planta baja se completa con un sector conformado por gabinetes de asistencia psicológica, de estimulación y sala de reunión para los profesionales del equipo interdisciplinario encargados de proveer el servicio". En planta alta, una estructura de grandes luces contiene el SUM y un volumen más bajo contiene el sector administrativo hacia el frente, y la cocina comunicada a un aula taller. El SUM tiene acceso independiente desde una explanada con estacionamiento, lo que permite utilizarlo paralelamente con el centro de día, sin interferir con las actividades que allí se realizan. El desnivel del terreno, permitió que cada planta tenga accesos a nivel, garantizando la accesibilidad del edificio, un factor fundamental para el proyecto. El ingreso al centro de día, por la planta baja, se abre a la calle principal. Mientras que el patio de la planta baja se conecta con la explanada del SUM, mediante una rampa, garantizando así la accesibilidad y generando un recorrido en las áreas exteriores. El licenciado Luis Rodríguez, director de Puentes de Luz, expresa: "Este edificio pretende brindar un servicio con calidad, posibilitándole a las personas con discapacidades severas beneficiarias el más adecuado desempeño en su vida cotidiana, mediante la implementación de actividades terapéuticas, pedagógicas y de rehabilitación, tendientes a alcanzar el máximo desarrollo posible de sus potencialidades".
Barreras
Pérez reflexiona: "Hay que partir de la base de que las "barreras arquitectónicas" primero son "barreras mentales", que son las que tienen todos aquellos que no pueden concebir un mundo "conformado por todos", y cuando éstas no se pueden superar "siempre proyectaremos" urbanizaciones, edificios, servicios, viviendas, actividades, acciones, etc., dirigidas a unos pocos, y restringidas para la mayoría". "Por eso -agrega- las cosas básicas para proyectar en discapacidad son las que resultan de pensar que siempre hay otras personas en la sociedad con necesidades diferentes, pero que su sola condición de personas nos compromete a todos a hacer una sociedad accesible". Es que la arquitectura determina la mirada, pero también las posibilidades. La arquitectura aquí cumple un rol social, en el sur de la provincia de Neuquén, para brindar un servicio esencial a vecinos de esta región que no encuentran hoy en su territorio el acceso al cumplimiento de derechos básicos a la salud, la educación o el esparcimiento de sus seres más queridos. El centro de día que con todo el apoyo de la comunidad está desarrollando Puentes de Luz y que presentan hoy los arquitectos Ures y Ruta, asesorados por expertos en la materia, harán sin duda más amable y habitable a la provincia de Neuquén. |
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