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La faena y el consumo de carne continúan en picada | ||
La escasez de animales para el sacrificio hace tambalear la estructura de la industria frigorífica. | ||
La industria frigorífica orientada a la comercialización de carnes bovinas continúa mostrando un pobre desempeño en lo que va del 2010. La fuerte reducción del stock ganadero nacional y el consecuente menor despacho de animales a faena comienzan a ejercer una gran presión sobre las empresas, que se ven obligadas a suspender a su personal a la espera de tiempos mejores o, en el peor de los casos, directamente optan por bajar las persianas. Pero la crisis ganadera que atraviesa la Argentina no causa efectos solamente en el sector industrial. También el consumo ha caído severamente en los últimos meses. Las cifras hablan por sí solas. De acuerdo con el último informe sectorial de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), la producción de carne vacuna disminuyó un 23% anual en los primeros cinco meses del año respecto del 2009. El consumo, por su parte, alcanzó el peor registro de la última década, con 55,6 kg/hab./año. Según destaca el informe de Ciccra, en línea con la importante contracción de la faena que se esperaba para este año, explicada tanto por la falta de hacienda disponible como por la terminación (gradual) de la fase de liquidación de hembras más extensa de las últimas décadas (alrededor de 42 meses consecutivos), en mayo la actividad de la industria frigorífica vacuna se mantuvo en un muy bajo nivel. En el quinto mes del año se faenaron 943.100 cabezas. En la comparación con abril se registró una mejora del 3,1%, pero al corregir los datos por la cantidad de días hábiles (21 en mayo vs. 20 en abril) se observa una caída del 1,8% mensual. En términos interanuales la faena se redujo un 27,5%, es decir que se sacrificaron 357.000 cabezas menos que en mayo del 2009. Dentro de este marco hay que destacar la buena señal que surgió al desagregar la faena total por sexo y edad. Porque, luego de tres años y medio en los que el conjunto de los productores pecuarios llevó a cabo una de las fases de liquidación de hembras más prolongadas e intensas de las que se tenga memoria, en mayo la proporción de hembras en la faena total descendió al 43,8%. ¿Será el comienzo de una nueva fase de retención de vientres destinada a recomponer existencias? "Imposibilitados de extraer conclusiones firmes con un solo dato, nos concentramos por ahora en destacarlo", concluyen los técnicos de Ciccra. En el acumulado de los primeros cinco meses del año la faena total fue de 4,9 millones de cabezas y la caída llegó al 22,5% interanual; en consecuencia, se sacrificó casi un millón y medio de cabezas menos que en enero-mayo del 2009. La magnitud del retroceso señalado se comprende mejor cuando se pone en perspectiva. Hay que tener en cuenta que el período enero-mayo del 2009 mostró el nivel de faena más elevado de los últimos 21 años, en tanto que en el período enero-mayo del 2010 se ubicó en el puesto 16º. En el período enero-mayo del 2010 la participación de las hembras en la faena total se mantuvo en un elevado nivel, del 46,8%. Sin embargo, la significativa contracción registrada en mayo podría estar indicando el inicio de una nueva etapa y, en consecuencia, el guarismo correspondiente al acumulado del año podría estar perdiendo relevancia a medida que avanza el año. En lo que respecta a la producción de carne vacuna, en mayo descendió a un nivel de 204.000 toneladas res con hueso (tn r/c/h; -21,7% anual). Y en el acumulado de los primeros cinco meses del año el volumen de carne producida llegó a 1,074 millones de tn r/c/h. En comparación con el mismo lapso del 2009, se produjeron 321.000 tn r/c/h menos que en enero-mayo del 2009 (-23% anual).
Consumo interno Tal lo señalado en la sección anterior, en el acumulado de los primeros cinco meses del 2010 la producción de carne vacuna disminuyó un 23% anual, lo que implicó una retracción de la oferta total de 320.900 tn r/c/h. En términos absolutos el consumo interno se redujo en 240.774 tn r/c/h (-20,5% anual) y el resto del ajuste se concentró en las exportaciones (-80.102 tn r/c/h; -36,8% anual). Es decir, el consumo interno explicó el 75% de la retracción de la producción de carne vacuna entre los períodos analizados. Ahora bien, en el período considerado la disminución de la oferta total fue muy superior al volumen total exportado en los primeros cinco meses del 2009, de manera que, aun cuando no se hubiera exportado carne vacuna durante el año en curso, el consumo interno habría caído igual (-8,8% anual; -103.337 tn r/c/h). La caída del abastecimiento al mercado interno y el crecimiento de la población hicieron que el consumo por habitante retrocediera desde 70,5 kilos/año en enero-mayo del 2009 hasta 55,6 kilos/año en enero-mayo del 2010 (-20% anual). En los primeros cinco meses del 2009 se marcó el registro más alto de la década, en cambio en el mismo lapso del 2010 se estableció el peor nivel de consumo per cápita de carne vacuna. Respecto de las exportaciones (ver aparte), el panorama no fue mucho mejor. En el acumulado del año los embarques de carne vacuna alcanzaron las 137.729 toneladas peso producto (tn pp), con una caída de casi el 33%.
Evolución de las exportaciones |
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