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De Rusia con amor
Con un enorme Nalbandian, Argentina copó Moscú y golpeó a domicilio: 3-2 y .a semifinales.

Rusia no perdía como local en la Davis desde hacía 15 años. Llevaba 17 series sin caídas jugando en casa pero la larga racha comandada por su capitán Shamil Tarpischev, fue interrumpida por un jugador cuyo linaje copero trasciende ya cualquier adjetivo.

Como en la serie de octavos ante Suecia, cuando David Nalbandian juega Copa Davis no cuentan las superficies, la localía, la inactividad y tampoco el ranking. El Rey impone su ley sin importarle el territorio.

El viernes su víctima fue Nicolay Davydenko y ayer Mikhail Youzhny al que le arrebató ante su gente el quinto y definitivo punto de la serie cuartos de final ante un atónito estadio Olímpico de Moscú, que veía como su equipo se iba derrotado tras una década y media de alegría.

Después de un primer set muy parejo en el que se impuso por 7-6, el unquillense solidificó su juego, expuso virtudes propias dejando en evidencia errores ajenos, y se quedó con los últimos dos parciales por 6-4 y 6-3, para cerrar la faena en dos horas y 26 minutos de juego.

El cordobés llegaba con una inactividad de tres meses y pese a ello no cedió ni un sólo set en Rusia, condujo otra vez al elenco de Modesto Vázquez a las semifinales de un torneo históricamente esquivo.

Y más allá de la aparición fulgurante del dobles conformada por Eduardo Schwank y Horacio Zeballos que se hizo fuerte en Rusia, quedará como una realidad inexorable la ascendencia e importancia del cordobés en el equipo.

Poco importó la derrota en primer turno de Schwank frente a Davydenko 4-6, 6-3, 6-1 y 6-4, en dos horas y 43 minutos de juego, porque Nalbandian volvió a exhibir la chapa de líder del equipo que abrochó en su pecho tras la heroica actuación en la fría Estocolmo en la serie de octavos ante Suecia y le dio nuevamente el triunfo a Argentina.

Después de un set inicial muy parejo que se definió en el tie break, Nalbandian consiguió el primer quiebre del partido en el noveno game de un segundo set que luego cerró con su saque. En el inicio de la tercera manga el cordobés le dio el golpe letal a Youzhny: le robó el primer game con un rompimiento y lo confirmó inmediatamente con un tenis avasallante. Luego, se dedicó a mantener la ventaja hasta el cierre del partido cuyo resultado coloca a la Legión una vez más en semis.

Quizás sorpresiva por el nivel del rival, la condición de visitante y la superficie, la victoria argentina en Moscú se hizo realidad y ahora sólo queda comenzar a pensar en el duelo de septiembre ante Francia, otra vez de visitante.

Para ese enfrentamiento, Tito Vázquez quizás pueda contar con refuerzos de lujo como Juan Martín del Potro o Juan Mónaco para un equipo que, con esta formación, mostró una suficiencia notable en la capital rusa.

Si se supera el escollo galo, esperará una nueva definición en casa, ante República Checa o Serbia.



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